Elsy Manzanares F.* / elsy.manzanares@gmail.com
Atrévete a hacer preguntas comprometedoras en una reunión de trabajo y verás lo divertido que se torna, además del interés que despierta.
Este tipo de preguntas ayudan a profundizar en temas que quizás nunca antes habías abordado.
Son muchas las metodologías que se basan en las preguntas como forma de encontrar una verdadera motivación, inspiración, reflexión y conocimiento acerca de nosotros mismos, entre otros tópicos de interés.
Esto no es ninguna novedad, quizás haya sido Sócrates el primero en encontrar la necesidad de plantearse preguntas para poder llegar a la reflexión, por lo menos es a quien registra la historia como el primer predicador de la importancia de las preguntas. De allí que la mayéutica es el método que —a través de interrogantes— te lleva al conocimiento de ti mismo. La etimología de la palabra viene de «parto» porque significa alumbramiento, iluminación y es precisamente lo que provocan las preguntas, esa iluminación que te lleva al conocimiento y a la indagación de nuevos espacios.
En el coaching por ejemplo, las preguntas son una herramienta indispensable para descubrir, especialmente lo que no se ha dicho, es tener la llave para abrir un espacio hacia determinada atención y colocar allí el foco.
Una pregunta debe ser generativa, para que cumpla con estas funciones ¿Qué quiere decir esto? Que tiene que generar respuesta no monosilábica, una respuesta con contenido que te aparte del espacio de confort, que te permita experimentar pensamientos diversos, que aunque te haga vacilar, te lleve a espacios que no habías experimentado y que logres sacar provecho de ello.
En la Indagación Apreciativa, una metodología diseñada para el cambio y la transformación, las preguntas poderosas son una herramienta fundamental, tanto que son consideradas un arte. Formular preguntas poderosas que indaguen realmente en el otro, requiere de un entrenamiento.
¿Cuándo consideramos que una pregunta es poderosa?
Cuando nos cuestiona, cuando nos lleva a espacios silenciados por años, por la familia, por las creencias, cuando nos encara una realidad distinta, cuando nos hace pensar, crear una buena respuesta, interpretar, innovar, responder en profundidad, en ese momento consideramos que una pregunta es poderosa, en la medida que sea movilizadora, en esa medida será más poderosa.
Gregory Bateson (lingüista) en la obra Sus Pasos hacia una ecología de la mente, dice que «una pregunta es poderosa cuando, conectando ideas aparentemente alejadas, crea una tensión interna en quienes la escuchan, suficientemente grande como para impulsar una búsqueda colaborativa de respuestas, pero no tan grande como para despertar un temor que nos podría llevar a cerrarnos en lo conocido y defender a ultranza esa posición».
Seguramente si has llegado hasta aquí en la lectura te estarás preguntando ¿Y cuáles son esas preguntas? ¿Y cómo las formulo? ¿Cuál es la técnica?
Muchas veces las preguntas más simples en apariencia pueden llevarnos a los viajes más profundos a nuestro interior. Hacer el ejercicio cada mañana de preguntarme, por ejemplo ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Cuál es mi propósito de vida? ¿Tengo propósito de vida? Quizás no sea necesario responder ninguna, pero con seguridad quedará rondando, dando vueltas en tu cabeza y ya eso la convierte en una pregunta de reflexión, por lo tanto, es poderosa.
En periodismo utilizamos el qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué, con estas 6 respuestas se supone que debe construirse una noticia; sin embargo, cuando hablamos de preguntas poderosas en metodologías que abordan más al ser humano, el por qué es una pregunta que sugiere una explicación, a veces hasta un perdón, una enmienda y es preferible no darle demasiado uso cuando hagamos la práctica de las preguntas poderosas.
En conclusión, una pregunta poderosa genera interés, abre las puertas a conversaciones reflexivas, puede cuestionar nuestro modo de pensar sobre determinado asunto y definitivamente genera un diálogo apreciativo, reflexivo, creativo y por sobre todo prospectivo hacia nuevos encuentros.
*Periodista. Diplomada en Psicología Positiva con Especialidad en Indagación Apreciativa.