Goodby Mr. Trump

 

Luis Eduardo Martínez / rectorunitec@gmail.com

Por mucho que le cueste abandonar la Casa Blanca, Donald Trump se marchará el próximo 20 de Enero y con él lo hará una manera de hacer política en Venezuela.

Durante los últimos 4 años buena parte de la dirigencia opositora depositó sus esperanzas de arribar al poder en las manos del jefe de estado estadounidense y en su círculo de asesores algunos de los cuales llegaron a creer cercanos.

Un buen día –o mal según se vea- la noria giró y las decisiones fundamentales  comenzaron a tomarse en Washington monitoreadas muy de cerca desde Bogotá. Más temprano que tarde se conocerán los detalles pero lo cierto es que las expectativas de cambio en el país se ataron a los intereses de la rama ejecutiva de los Estados Unidos y más específicamente al servicio de una narrativa que le permitiría asegurar la adhesión de votantes cubanos, nicaragüenses y unos pocos venezolanos de Florida en las elecciones presidenciales del 2020. La cosa le funcionó a ellos, aunque a medias: los 16 compromisarios de Florida fueron para Trump pero Biden lo superó en el todo nacional.

Fuimos un peón en el tablero –que más de un ingenuo creyó dama o por lo menos torre- sacrificado en pos de una victoria que no se les dio.

Atrás queda el “todas las opciones están sobre la mesa” sin que ninguna distinta a apretarnos el cuello y hacer más compleja la ya de por si compleja crisis económica-social que recurrentemente padecemos pueda contabilizarse. Queda a la par una sociedad desmovilizada, desmotivada, sumergida en un sinfín de problemas, que difícilmente continúe creyendo en soluciones mágicas enarboladas por émulos del rey Frank junto a la reina Helen, soberanos de Narnia.

En un reporte presentando a finales de Octubre a líderes empresariales sobre las perspectivas del 2021 señalé que cuatro fechas eran claves para el futuro nuestro y de los nuestros: el 3 de Noviembre, el 6 y el 12 de diciembre y el 5 de enero venidero.

El 3 de noviembre, a pesar del delirio de negación del candidato republicano y unos cuantos por esta tierra de gracia, resultó lo esperado. El 6 y el 12 de diciembre el protagonismo lo tendrán ahora si los venezolanos y quedándose en casa o saliendo de ella en una de las dos fechas –más de un vivo lo hará en las dos- podrán definir una agenda para el mañana.

El 5 de Enero está por verse pero personalmente confío que prive la racionalidad.

En algunos medios especulan que las “pataletas” de Trump pueden ser preparativos para la postulación de él o de su hija Ivanka en el 2024 o quizás para apuntalar nuevos proyectos empresariales entre ellos un canal de suscripción por internet “Trump TV”. Lo cierto es que nada indica que el pronto expresidente quedará sin oficio que posiblemente es la angustia de algunos políticos venezolanos, casi todos actuantes de buena fe debo aclarar, de lo que tienen por delante.

En la madrugada leí en El Mundo de España, un reportaje sobre los éxitos del escritorio del abogado Albert Rivera a quien pasada apenas la cuarentena se le califica como ex político. Fundó Ciudadanos, convirtiéndose en una estrella fulgurante cuyo ascenso parecía indetenible. Diputado en Cataluña y en las Cortes devino en la esperanza de la derecha civilizada española de la cual se convirtió en candidato a presidente. En las elecciones generales, de noviembre de 2019, Ciudadanos fue derrotado en las urnas y Rivera renunció horas después no solo como conductor de la organización sino al ejercicio de la política. De su discurso de despedida destaco: “Permitidme que siga mi camino”, dijo.  “Me voy por responsabilidad. No sé si es lo justo o injusto, pero es lo responsable”, zanjó. Citó entonces a Barack Obama, con una frase clave: “Si para ganar te dedicas a dividir a la gente, vas a tener un país ingobernable”. 

Ojalá que en Enero junto con racionalidad haya grandeza y más de uno siga camino y permitan a otros esforzarse en la procura de una nueva nación.

@luisemartinezh