El cero energético absoluto español

Víctor Suárez

(No se podía quedar tranquilo este maestro de la crónica, Don Víctor Suárez, quien nos resumió el acontecimiento del apagón español que hoy, sin su permiso, reproducimos en este portal. La nota se publicó, originalmente, en el boletín Recuento de la agrupación “Venezuelan Press” que dirige el experimentado Suárez.)

Entre las 12:30 pm del lunes 28 de abril, cuando la red eléctrica nacional dejó de funcionar, y las 3 am del martes 29, cuando poco más del 82% del servicio había sido restituido en toda la península, España vivió lo que nunca antes había ocurrido. Un vilo oscilante entre la perplejidad que produce la ausencia prolongada de servicios esenciales (luz, agua, gas, comunicaciones, movilidad) y la incertidumbre ante lo que podría suceder sin acceso a información inmediata.

Pero no todo estaba perdido. Durante las catorce horas y media de apagón, la radio española mantuvo a la población bien informada. Los viejos transistores y los antiquísimos receptores de bulbos salieron de los armarios. El pico de uso de la señal de radio ocurrió a través de los teléfonos móviles, con los cuales es posible captarla utilizando el cable de los audífonos como antena.

Radio Nacional de España, Cope y la Cadena Ser, por ejemplo, improvisaron un gigantesco operativo de emergencia que a partir de la una de la tarde ya se escuchaba en todo el territorio nacional y más allá. Habrá que esperar los índices de audiencia, pero a mi parecer los canales de RNE se llevaron las palmas.

No había Internet, no había televisión, no se podía imprimir ni siquiera alguna hojita parroquial. Como en la II Segunda Guerra Mundial, la radio tomó el puesto de mando, tanto para informar como para reconstruir lo que ocurría en el frente y preguntarles a los expertos lo que consideraban las causas de ese apagón monumental que, según el presidente de gobierno, Pedro Sánchez, se manifestó inesperadamente en la pérdida de 15 gigavatios en 5 segundos, es decir, 60 por ciento de la demanda nacional.

Nerviosismo en las calles, los trenes y los metros cerrados, las gasolineras sin servicio, los sistemas hidroneumáticos de los edificios no surtían agua a los residentes, los cajeros automáticos dejaron de funcionar, los automercados bajaron las santamarías, colapso absoluto en las carreteras y en las entradas y salidas de las grandes ciudades, las familias quedaron aisladas, los aeropuertos retrasaron los vuelos, unas 35 mil personas que viajaban en tren esperaban ser evacuadas, en Radio María no cesaban de rezar el Dios te salve, María.

Comenzaron a llegar las noticias de la inyección de energía que estaban prestando Francia y Marruecos en el norte y sur de España, y de que Gibraltar ofrecía sus hospitales para socorrer a los necesitados en las cercanías del Estrecho. Más tarde, Sánchez agradeció el gesto.

Entre las 2 y las 5 de la tarde el espacio vital personal se había reducido a tres o cuatro cuadras a la redonda. En Madrid, los autobuses de la EMT y los coches particulares eran las únicas alternativas para la movilidad. Las generaciones de los últimos 40 años habían perdido de repente a Internet, su servicio público más preciado, constituido casi en su única conexión con el mundo. Los mayores de ochenta años discutían si durante la Guerra Civil había ocurrido algo semejante. Las calles vacías y silentes parecían réplicas de la reciente pandemia. El miedo y la incertidumbre comenzaban a horadar las conciencias y las conductas, para abrirle paso a los bulos. Pero la misma caída de Internet impedía su propagación. Y también estaba la radio para contrarrestar a quienes decían que Úrsula von der Leyen había acusado a Rusia de un ciberataque, a quienes decían que el apagón había sido orquestado por el gobierno español con fines experimentales, que la OTAN había detectado cinco buques rusos en la ruta por donde pasan los cables submarinos en el Báltico…

La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pidió a las 3 y media de la tarde que el gobierno sacara al ejército a la calle.

Un experto dijo que había que tomar en cuenta la puesta del sol. ¿Cómo es eso?, preguntaron en RNE. Ni el diesel, ni el gas, ni las hidrológicas, ni la nuclear, son ya las principales fuentes de energía en España. En la actualidad, el sol y el viento (energías fotovoltaica y eólica) proporcionan el 40 por ciento. Por ello, mientras el sol se acueste más temprano, menos energía podrá ser procesada. Este lunes Madrid amaneció radiante, sin una sola nube a la vista, y el sol se retiró tan tarde como se lo ha permitido la auspiciosa primavera.

El gobierno central ya se estaba tardando demasiado en explicar la situación.

Algunos expertos pronosticaban que el sistema eléctrico en su totalidad tardaría entre cinco y 10 horas en restaurarse. A las 7 pm hubo luz en Getafe, el 26% de la demanda se había restablecido en Cataluña, en Aragón los candiles estaban encendidos, en Bilbao también, las cosas mejoraban en Málaga y Sevilla. Para llenar tiempo, los comentaristas recurrieron a los grandes apagones de la historia reciente (Italia, en 2003; Estados Unidos, en 1965 y 1977; Argentina, en 2019).

Por fin, a las cinco y media de la tarde habló Sánchez. Su imagen no pudo ser vista por la casi totalidad de los españoles, pero su voz cubrió el espectro radial en frecuencia modulada. Traía los resultados de la primera reunión del Consejo de Seguridad Nacional. No adelantó ninguna causa probable del apagón, lo que hizo fue tranquilizar a la gente. “No hay indicios de ciberataque, por ahora”, dijo. “Lo más importante es devolver la tranquilidad a los hogares”. Informó que las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Madrid, todas ellas gobernadas por el Partido Popular, habían solicitado al gobierno que se ocupara de la seguridad ciudadana. Dijo que a las 8 y luego a las 10 pm se volverían a reunir para evaluar la situación y continuar tomando medidas.

¿Dónde está Beatriz Corredor Sierra, presidenta de Redeia, la corporación que engloba a Red Eléctrica de España?, no se lo preguntaba nadie. Como Mazón durante la Dana valenciana, había desaparecido en acción.

En su lugar, Red Eléctrica publicó un mensaje en X a las 3:30 pm: “Seguimos trabajando con todos los recursos para lograr la reposición del suministro lo antes posible a los grupos de generación”

La radio madrileña se volcó a auscultar el pálpito de la ciudad. Las multitudes caminando para volver a casa, las experiencias de los miles de personas atrapadas en los ascensores, las múltiples intervenciones bomberiles, las llamadas a los servicios de emergencia (112). Se detuvieron en el caso de los turistas que se habían quedado sin efectivo y no podían pagar los consumos, y se quejaban de las altas comisiones que estaban cobrando las casas de cambio:

-Solo tenía tres euros en el bolsillo y con ello solo pude comprar un pan y un par de lonjas de queso y de jamón. Las tarjetas de crédito no sirven para pagar, dijo una turista en Gran Vía.

Recordé lo que me había pasado hace 57 años en Frankfurt: había llegado de Praga en un tren diplomático custodiado por helicópteros de la OTAN. Poco antes de la invasión soviética a Checoslovaquia el 21 de agosto de 1968, había cambiado mis últimos 50 dólares a coronas. En 10 días la moneda checa había perdido todo su valor, de manera que en Alemania pude lograr que un tendero samaritano me las trocara por una barra de pan, una salchicha, una dosis de mostaza y una copa de vino de barril.

La población había recuperado la tranquilidad después de la comparecencia del jefe de gobierno, según el parecer de la casi unanimidad de las emisoras de radio, menos Esradio FM, la de Jiménez Losantos, que no estaba en el aire.

Preocupaba la situación de los 116 trenes de media y larga distancia y de los 35 mil pasajeros que se habían quedado atrapados en sus vagones. El ministro de Transporte, Oscar Puente, aseguró que las principales estaciones de las grandes ciudades (Atocha y Chamartín, en Madrid) se mantendrían abiertas toda la noche con el fin de dar techo y cobijo a los miles de viajeros que no habían podido abordar. Un portavoz de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), declaró que los afectados no tenían mucho que reclamar puesto que se trataba de una situación sobrevenida, extraordinaria; quizá podrían exigir el reembolso del costo de los billetes o la reubicación en otros trenes o vuelos.

En Caja Mágica, el Open de Tenis de Mutua Madrid fue interrumpido y reprogramado.

Se informó que Sánchez se había puesto en contacto telefónico con el neerlandés Mark Rutte, secretario general de la OTAN, pero ya el pico de la emergencia había bajado sustancialmente. El pronóstico era que entre las 9 y las 9 y media de la noche la recuperación estaría en un 80%. No se cumplió.

A las 8 pm, 40% de la demanda estaba servida en Cataluña, en Euskadi 84% de los municipios tenía luz y el metro estaba funcionando, en Andalucía la recuperación estaba cogiendo velocidad. La operadora Endesa aseguró que un tercio de sus clientes estaba alumbrado. Un segundo tren había sido remolcado hasta Valencia. Cuando llegó a la estación “Joaquín Sorolla”, una multitud aplaudió a los viajeros, tan frenéticos como los venezolanos de otrora cuando sus vuelos aterrizaban con éxito.

Hasta ese momento Francia había inyectado 1.400 Mw y Marruecos 700. El apagón en Portugal había sido total, pero muy poca atención informativa le ponían en España. El primer ministro Luis Montenegro declaró que el origen no estaba en Portugal. Aunque no lo certificó, habló de que se debió a un “fenómeno atmosférico” con epicentro en España.

En Madrid, yo tenía una luz que a mí me alumbraba, y llegó la brisa, y fuas, y me la apagaba. El consejero de Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, dijo que el flujo eléctrico se estaba restableciendo a cuentagotas. A las 6 y media Galapagar estaba encendido, a las 7 en Getafe, a las 9 llegó a San Sebastián de los Reyes, a las 10 el centro de mando del distribuidor de Atocha estaba normal, Eugenia Adam informó que su barrio Delicias estaba iluminado, a las 10:50 se apareció en casa, en Puente de Vallecas, y los vecinos lanzaron cohetes, como si el Rayo Vallecano le hubiera ganado al Real Madrid.

En ese momento volvió a aparecer Sánchez, esta vez también en TV: ha sido restablecido el 50% del suministro; de los 6 mil vuelos programados, apenas 344 han sido cancelados; no ha habido hechos delictivos que lamentar; se incorpora Murcia a las comunidades autónomas que han solicitado que el gobierno central se ocupe de la seguridad.

“Es indispensable seguir todas las indicaciones del gobierno”, le escuché decir por radio a Núñez Feijóo, jefe del Partido Popular. “Para todo lo demás, habrá tiempo”.

El cero energético había dejado de ser absoluto.

A partir de allí, el otro 50% se hacía esperar. Casi a las dos de la madrugada se iluminó La Coruña. A las 2:50 am, Red Eléctrica informó que se había recuperado el 82,4% del suministro. “Ya está energizada la práctica totalidad de los parques de subestaciones de la red de transporte (99,11%)”.

Hoy martes, a las 9 de la mañana, se reúne el Consejo de Seguridad Nacional. Lo presidirá el Rey.

El medio millón de venezolanos que residen en España podrían enviarles un mensaje consolador: Ustedes no han visto nada.