Otra visión


 

Alea jacta est / La suerte está echada

Luis Eduardo Martínez / @luisemartinezh

 

Casi cien millones de estadounidenses han votado hasta esta hora que escribo, madrugada de lunes 2 de noviembre, para elegir delegados al Colegio Electoral los cuales a su vez designarán días después al presidente y al vicepresidente de los Estados Unidos. Lo harán hasta el anochecer del martes 3 cuando se iniciará el conteo que puede prolongarse por días hasta que se escruten los votos por correo.

Unos muy pocos disienten en las predicciones de quién ganará pero en lo que si hay unanimidad es que tantos indecisos restan, no más de dos por ciento, porcentaje irrelevante. Bien puede decirse en palabras de Julio Cesar cuando cruzó el Rubicón:  “Alea jacta est” es decir “La suerte está echada”.

En un reporte que ayer entregué a empresarios, que me contrataron para tal propósito, construyo varios escenarios tras ejercicios de simulación y en el más cerrado de ellos estimo en 281 los delegados por los demócratas, asignándoles a los republicanos –a pesar que o están abajo o empatan- Florida, North Caroline y Arizona.

Con excepción de Trafalgar Group –que predijo correctamente cuatro años atrás la victoria de Trump- la totalidad de las grandes encuestadoras, las grandes cadenas y medios incluido el trumpista Fox News, consultores, expertos y hasta apostadores, dan cómoda ventaja a Joe Biden en la votación popular y proyectan un número de delegados a su favor que se mueve entre 281 –calculo mío-  hasta 353 cuando 270 aseguran el triunfo. 

Trafalgar Group ha sido pionera en métodos para lidiar con lo que describen como "Sesgo de deseabilidad social" con el fin de conocer cuáles son los verdaderos sentimientos de un participante de la encuesta en situaciones en las que creen que algunas personas en una encuesta probablemente no revelarán sus preferencias reales. En su opinión, esto incluyó las elecciones presidenciales de 2016 y las elecciones para gobernador de Florida de 2018. En su último reporte de horas atrás otorgan a los republicanos Michigan y Pensilvania, dos estados pendulares claves, con lo que el presidente alcanzaría 280 delegados.

Personalmente he dedicado mucho tiempo a investigar y analizar los estudios de opinión de Real Clear Politics, AJC-UGA, CBS-YouGov, CNN, De Moines Register / Mediacom Iowa, Fox News, Marquette Law School, Theecon, Monmouth University, BBC, The New York Times, Washington Post, The Miami Herald, El País de España, Trafalgar Group y cruzado opinión con amigos demócratas y republicanos incluidos un senador, una representante al Congreso y un alcalde, y sin sesgo ni parcialidad, con la mejor buena fe, me atrevo a pronosticar que Biden y Harris resultarán electos. En un reporte que ayer entregué a empresarios, que me contrataron para tal propósito, construyo varios escenarios tras ejercicios de simulación y en el más cerrado de ellos estimo en 281 los delegados por los demócratas, asignándoles a los republicanos –a pesar que o están abajo o empatan- Florida, North Caroline y Arizona.

¿Qué estoy 100 % seguro? Ni yo, ni nadie puede estarlo. Por probabilidades, que ahora se ha puesto de moda, en lugar de aseveraciones puntuales, se estima que Biden tiene el 85 % de probabilidades de vencer que es lo mismo que le dan los llamados super pronosticadores, mientras que distintivos modelos de expertos se mueven entre 90 % y 95 % con Theecon en el extremo que asegura que Biden tiene 96 % de posibilidades contra 4 % de Trump. En las casas de apuestas, los que arriesgan su dinero son más cautos y bajan hasta 65 % las probabilidades para el vicepresidente.

Nadie pensaba que Rajoy podía perder las elecciones españolas frente a Zapatero en el 2004 y tres días antes cuatro bombas cambiaron las suertes; según cercanos a Melania Trump jamás le pasó por la cabeza que su esposo Donald la llevaría a vivir a la Casa Blanca pero así fue.

Un oficial con quien conversé el fin de semana me comentó, a propósito de las probabilidades de Biden o Trump, que en la denominada “ruleta rusa” se toma un revolver, usualmente un Colt 38, que utiliza un tambor de seis proyectiles, se le coloca solo uno, se gira el tambor, se cierra rápidamente y entonces el arriesgadísimo “jugador”, se lo pone en la sien y aprieta el gatillo. Con un proyectil en el tambor se tiene el 83,33 % de probabilidades que no suceda nada y solo 16,66 % de volarse los sesos. “Habrá que ver –me dijo- cuantos tienen los pantalones o son tan locos para confiar en el 83,33 % para seguir con vida y halar el gatillo”. Me puso a dudar.  

11/02/2020 


Otra visión


 
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Elecciones: donde comenzó todo

Luis Eduardo Martínez / lmartinez@unitec.edu.ve

Más de la mitad de los estadounidenses registrados para votar lo han hecho ya, en una masiva movilización que promete batir todos los records de  participación electoral en las últimas décadas.

“Esta es la elección más importante de la historia de los Estados Unidos” dijo Trump al clausurar la convención republicana mientras que, en la demócrata, Hillary Clinton expresó "Voten como si nuestras vidas y nuestras formas de vida dependieran de ello, porque así es". Biden por su parte ha reiterado hasta el cansancio que de lo que se trata es de ganar “la batalla por el alma de la nación”.

“… puede ser un largo conteo que lleve días incluso semanas, sin descartar la posibilidad que la disputa termine en la Corte Suprema”

A poco del 3 de Noviembre cuando se cierren los recintos de votación y se inicie lo que puede ser un largo conteo que lleve días incluso semanas, sin descartar la posibilidad que la disputa termine en la Corte Suprema, ahora escorada, o hasta en la Cámara de Representantes, la cual elegiría al Presidente si para el 20 de Enero del 2021 no hay una decisión definitiva, los pronósticos se multiplican.

Encuestas, expertos, modelos, medios de comunicación, apuestas, anticipan la victoria de Joe Biden pero muchas voces se alzan recordando que a esta misma fecha cuatro años antes, Donald Trump figuraba atrás en cualquier predicción lo que si bien es cierto se salta el que las diferencias eran bastante menores que las actuales.

El promedio de las encuestas nacionales da a Biden el 50,1 % de las preferencias contra 43,3 % de Trump lo que pareciera irremontable a pesar del sprint del Presidente que viene creciendo en los últimos días pero no lo suficiente para superar al demócrata. Sin ninguna duda podemos afirmar que el candidato demócrata ganará en el voto popular pero eso en Estados Unidos no es suficiente porque son los delegados al Colegio Electoral, que en realidad es por quienes ahora se está votando, los que investirán al 46 Presidente y allí están, cercanos, Gore y la propia Clinton para ubicarnos. Expertos dan 87 % de posibilidades a Biden contra 13 % de Trump; distintos modelos coinciden en 85 % por el ex vicepresidente a 15 % del presidente; los grandes medios van por Biden incluido FoxNews de probada simpatía por Trump, los apostadores dan 65 % al demócrata contra 35 % al republicano pero en definitiva el dilema se resolverá en la votación estado por estado y en especial en los denominados pendulares en los cuales las suertes han venido cambiando y la inclinación por uno u otro son tan cercanas que es irresponsable dar una opinión definitiva.

Sin ninguna duda podemos afirmar que el candidato demócrata ganará en el voto popular pero eso en Estados Unidos no es suficiente porque son los delegados al Colegio Electoral, que en realidad es por quienes ahora se está votando, los que investirán al 46 Presidente.

De los 270 delegados que se necesitan para alcanzar la presidencia de los Estados Unidos, Biden tiene hoy en mano –seguro/seguro diría mi abuela- 183 y Trump 60 –seguro/seguro- y esos números no cambiarán bajo ninguna circunstancia y estamos hablando que California, New York o DC votarán por amplia mayoría azul o que Alabama, Oklahoma y Wyoming lo harán rojo porque sí. Al agregar otros estados cuyos resultados es muy improbable que cambien, Biden llega a 218 y Trump a 90 con lo que aún quedan 230 delegados en disputa pero que de la rigurosa investigación, seguimiento y análisis que he venido haciendo –y ahora escribo en singular- mi opinión es que a hoy miércoles 28 de Octubre la incertidumbre pudiera reducirse a Arizona, North Carolina, Florida, Iowa, Ohio y Pensilvania que suman 99 delegados dejando en este punto a Biden a las puertas de la Casa Blanca con 261 y a Trump casi con las maletas hechas en 178.

En mi antiguo oficio aprendí a trabajar con los peores escenarios y a castigar al extremo a quienes lucían favoritos por lo que a pesar que en cinco de los seis estados mencionados en el párrafo anterior técnicamente hay un empate –Biden va adelante por reducidos porcentajes en Arizona y North Carolina mientras que Trump en Iowa y Ohio, Florida basculando- sumo sus delegados al presidente con lo que la cosa se hipercomplica al acumular los republicanos 251 delegados contra 261 los demócratas.

Preciso como si estuviese en una reunión con Trump o con Biden: el escenario más cerrado posible a la fecha es 251 versus 261 y entonces la clave está en Pensilvania, donde nació Estados Unidos.

Para Trump ser reelecto debe triunfar obligatoriamente en Arizona, North Carolina, Florida, Iowa, Ohio y Pensilvania mientras que Biden le basta Pensilvania aunque también le sirve cualquiera de los otros en duda menos Iowa.

Biden está arriba en Pensilvania pero aún no se cuenta el último voto y en política como en béisbol aplica lo dicho por Yogi Berra al finalizar el cuarto juego de la serie mundial de 1947 entre los Yanquis y los Dodgers. El legendario Bill Bevens llevó a los Dogers sin hits hasta el cierre del noveno inning. Sacado el primer out, los Yanquis comenzaron a celebrar y luego de un boleto dado vino el segundo out. Después pasó lo impensable y los Dodgers terminaron ganando 3 a 2. Interrogado por los periodistas, Berra solo atinó a murmurar: “el juego no termina hasta que se acaba”.

El 4 de Julio de 1776 en Filadelfia, Pensilvania, cincuenta y seis delegados proclamaron la independencia de los Estados Unidos sosteniendo “como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados”. El próximo 3 de Noviembre los ciudadanos de Pensilvania volverán a citarse con la historia.

@luisemartinezh

10/29/2020 


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Coronavirus: El gran decisor en las elecciones 2020

Luis Eduardo Martínez / lmartinez@unitec.edu.ve

 

En vísperas de la Convención Republicana entregué, a decenas de medios que publican mis columnas semanales en Estados Unidos, Colombia y Venezuela, la titulada “Trump vs Biden: ¿Quién ganará el 3 de Noviembre? Para esa fecha señalé y copio textualmente: “¿Qué decidirá esta contienda? El coronavirus, la economía, los conflictos raciales, la inmigración y los trapos sucios que al final siempre salen”

Horas antes del primero de los para entonces tres debates previstos, The New York Times sacó de los trapos sucios que más duele a los buenos americanos temerosos del IRS: en los últimos años, el monto neto de los impuestos personales pagados por el presidente Trump fue prácticamente cero mientras que en el  2016 y 2017 apenas fue de US $ 750.

Poco después, en la madrugada del pasado viernes, un twitter salido de @POTUS puso de manifiesto cuan decisor pudiera ser el coronavirus en las elecciones presidenciales del 2020: el candidato republicano a la reelección había dado positivo al COVID19 y con él su esposa.

No es tiempo de recordar lo mucho que Trump desdeñó a la pandemia ni lo tanto que se burló de las elementales precauciones que los expertos proclamaron sino como Biden ha solicitado rezar por su pronta recuperación, pero lo cierto es que cuando ya millones de americanos comenzaron a votar, por correo se entiende, aún sin medir el impacto ni los alcances de la enfermedad del presidente, el ex-vicepresidente luce cercano de convertirse en el nuevo ocupante de la Casa Blanca a partir de Enero del 2021.

Nacido en Scranton, Pensilvania, Joseph Robinette Biden, de 77 años, lidera en estas elecciones estadounidenses atípicas todas las encuestas que le dan entre 8 y 10 puntos por encima. Logró al final de su larga vida pública la candidatura demócrata y la más probable que posible presidencia tras una trayectoria de casi 5 décadas. A propósito recuerdo ahora haber oído en un foro en la Universidad Complutense de Madrid a Felipe González, el legendario líder de PSOE español,  afirmar “solo al final se sabe lo que vale un hombre”, de modo que en el caso de Biden no se esconde ni debería sorprender nada. De  él, católico, viudo, marcado por las tragedias con su primera esposa y dos de sus hijos muertos tempranamente, quienes lo respaldan no esperan desconciertos porque después de estar tanto en el escenario se sabe lo que vale y quien es.

¿Y pueblos y gobiernos extranjeros que pueden conjeturar?

Leo “Why America Must Lead Again: Rescuing U.S. Foreign Policy After Trump” calzado por Biden en “Foreign Affairs” publicación que periódicamente consulto y encuentro que los retos que plantea son globales: el cambio climático, las migraciones masivas, las desubicaciones tecnológicas, las enfermedades contagiosas,  el autoritarismo, el nacionalismo. Promueve una alianza con democracias –a la cual elogia como forma de gobierno-  alrededor del mundo mencionando a Australia, Japón, Corea del Sur, reforzando  lazos con la India e Indonesia e integrando a “nuestros amigos” en América Latina y África.

Promete revertir las medidas antiinmigrantes de Trump, “crueles y sin sentido”, como la separación de padres e hijos en la frontera, poner fin a las medidas anti-asilo, subir las cuotas de refugiados –en el caso de los venezolanos previamente aseguró que aprobará el TPS reiteradamente negado por los republicanos-, prohibir la tortura y restaurar la transparencia en las operaciones militares y del servicio secreto.

Afirma que luchará contra el dinero negro, exigirá mayor rigurosidad al sistema financiero global, perseguirá los mercados ilícitos y paraísos fiscales. Buscará la inversión privada extranjera facilitando la incorporación de empresas informáticas y tecnológicas declarándose contra el proteccionismo. Defenderá los derechos humanos.

Asegura que regresará a casa las tropas en Afganistán y el Oriente próximo y que las misiones extranjeras las limitará a combatir el terrorismo que amenace a Estados Unidos, mencionando particularmente a Al Qaeda e Isis.

Respecto a seguridad nuclear, renovará los acuerdos previos con Irán. Muestra su desacuerdo con el asesinato (“killing”) de Qasem Soleimani, comandante de las fuerzas iraníes, a quien sin embargo, llama “agente peligroso.” Lo mismo con Corea del Norte: hay que llevar a cabo señala una acción disuasoria conjunta, incluyendo China.

¿Está Venezuela en la bitácora de Biden? En el primer párrafo del artículo citado nos menciona y copio primero en inglés para después traducir: “He has emboldened our adversaries and squandered our leverage to contend with national security challenges from North Korea to Iran, from Syria to Afghanistan to Venezuela, with practically nothing to show for it”. “Ha envalentonado –Trump- a nuestros adversarios y malgastado nuestra influencia para hacer frente a los desafíos de seguridad nacional desde Corea del Norte hasta Irán, desde Siria hasta Afganistán y Venezuela, sin prácticamente nada que mostrar”. No nos ubica en muy buena compañía pero nuestras esperanzas es que de llegar a la Casa Blanca tenga algo bueno que mostrar prontamente.

 10/04/2020


Otra visión


 

TPS: Por ahora: NO

Luis Eduardo Martínez / @luisemartinezh

 

Horas atrás una nueva propuesta de aprobación de un estatus de protección temporal o TPS, Temporary Protected Status en inglés, para venezolanos que se encuentran en los Estados Unidos sin resolver su situación migratoria fracasó en el Senado por la oposición de los republicanos que controlan la cámara.

Como ya ha sucedido en anteriores ocasiones, la iniciativa fue de un grupo de senadores demócratas encabezados por “Bob” Menéndez. En la sesión “Dick” Durbin solicitó la aprobación unánime para convertir en realidad el proyecto de Ley de TPS aprobado previamente por la Cámara de Representantes, en manos de los demócratas.

El TPS beneficiaría a miles de venezolanos que se encuentran sin protección legal en los Estados Unidos, país en el cual se ha refugiado unos por razones políticas, otros económicas.

Según la página web oficial de U.S. Citizenship and Immigration Services, “el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional puede designar un país extranjero al Estatus de Protección Temporal debido a condiciones en dicho país que impiden  a los ciudadanos del país regresar temporalmente de manera segura. USCIS podría otorgar TPS a los nacionales elegibles de ciertos países que ya están en Estados Unidos. Las personas que son beneficiarias de TPS o que resulten elegibles de forma preliminar al TPS durante la revisión inicial de sus casos no serán deportados de Estados Unidos; pueden obtener un documento de autorización de empleo; una autorización de viaje; no pueden ser detenida debido a su estatus migratorio en Estados Unidos”.

Hoy nacionales de 12 países disfrutan del TPS, a saber: Haití, El Salvador, Guinea, Honduras, Liberia, Nepal, Nicaragua, Sierra Leona, Siria, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Yemen, pero recordando al “difunto” todo indica que Venezuela “por ahora” no será incluida.

El recurrente rechazo de los republicanos a una ley que beneficiaría a una minoría que mayoritariamente proclama su adhesión por Trump, pero que por cierto muy pocos votan, no podía pasar desapercibida por los que disputan: apenas conocida la decisión del Senado, Biden difundió un comunicado, en español y en inglés, en el que señalaba que ”las palabras fuertes“ de los republicanos contra Maduro ”no son más que palabras vacías” para agregar ”Repetidamente cuando hay que tomar verdaderas acciones, el presidente Trump y sus aliados republicanos han fallado en apoyar al pueblo venezolano“ considerando que EE.UU. debería proteger a los venezolanos ”de ser deportados al régimen opresivo de Maduro“.

¿Que Trump quiere demostrar que más allá de las palabras y las sanciones apoya a los venezolanos con el mismo entusiasmo que los que se encuentran en Estados Unidos lo hacen por él? Bueno es tan sencillo como ordenar a la centralista de la Casa Blanca que le llame al secretario interino Kevin McAleenan y entonces solicitarle que prepare una orden ejecutiva en la cual se le confiera el TPS a los venezolanos o si quiere un apoyo mucho amplio, que dificulte a las Cortes bloquear la iniciativa, pedir que le comuniquen con el líder republicano en el Senado, “Mitch” McConnell y sugerirle, por el interés de la causa, que convenza a sus colegas GOP que propongan ya y voten ya un TPS para unos hombres y mujeres que llegaron a los Estados Unidos a trabajar duro, criar a sus hijos, respetar las leyes y contribuir en la medida de lo posible con una nación que desde que desembarcaron los peregrinos del Mayflower, 4 siglos atrás, lo es de inmigrantes.

09/18/2020 


 

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¿Marines en Macuto?

Luis Eduardo Martínez / @luisemartinezh

El pasado fin de semana asistí al webinar “El voto venezolano: ¿decisivo en las elecciones de Florida? con Eugenio Martínez, reputado consultor político, como ponente principal.

Participé por lo gentil de la invitación y por lo sugestivo del título. Tenía curiosidad de ver como el talento de Eugenio convertía al 0.4 % de los electores de Florida en “decisivos”. Sí, porque eso somos, de los poco más de doce millones de votantes que están registrados en el estado del sol, los venezolanos con ciudadanía americana habilitados para votar no llegan a cincuenta mil. Por cierto no tienen que empezar a argumentar que hacia donde se incline Florida, swing states que es, se inclinará la nación porque me lo sé de memoria, pero de allí a que los cincuenta mil venezolanos van a funcionar como un bloque, votando todos por el mismo candidato inclinarán la balanza, se aleja bastante de lo que lo que es la praxis electoral.

Solo unos 7,500 venezolanos-americanos votarían pensando en la suerte de Venezuela lo que no parece mucho en Florida y ni que decir en los Estados Unidos.

El propio Eugenio, con un gran profesionalismo, dejó claro que somos una minoría entre las minorías y adicionalmente clavó una puntilla a aquellos que aquí y allá se caen a coba creyendo que Venezuela es la reina en el tablero del ajedrez político estadounidense, cuando si acaso seremos peón, al mostrar que nuestro querido país de origen ni siquiera es determinante entre los venezolanos que votan a la hora de decidir por quien hacerlo porque los testeados en pregunta abierta afirmaron que lo harán: 52% por cuestiones económicas de Estados Unidos, 17% por cuestiones sociales, apenas 15% por la posición sobre Venezuela, 9% por el partido al cual pertenezcan los candidatos, 6% sobre inmigración y 2% algo más. Matemáticamente hablando eso significa que solo unos 7,500 venezolanos-americanos votarían pensando en la suerte de Venezuela lo que no parece mucho en Florida y ni que decir en los Estados Unidos. Quizás por eso Trump ni siquiera mencionó a Venezuela, para ser exactos ni a Latinoamérica, en su discurso de aceptación de la candidatura republicana.

Ya concluyendo, Eugenio mostró como es el hígado lo que priva entre los venezolanos que residen en Florida para opinar sobre la solución a la innegable crisis que azota a nuestros connacionales. Según lo explicado el 86% prefiere la opción militar para remover a los jerarcas del chavismo lo que es  muy fácil afirmar encontrándose a salvo en Doral, Brickell o Key Biscayne, sobre todo porque no correrán riesgos ni están expuestos a morir por “daños colaterales”.

Lo cierto es que los que están esperando que los marines desembarquen en Macuto o Chichiriviche como que se quedarán con los crespos hechos porque que el Trump que ha tenido tiempo de ordenarlo si hubiese querido, destacó desde el jardín sur de la Casa Blanca la vuelta a casa de los soldados que se encuentran en el extranjero, antes el Secretario Pompeo en University of Louisvelle señaló "Hemos visto a gente pidiendo un cambio de régimen mediante medios violentos y, desde enero, hemos dicho que todas las opciones están sobre la mesa para ayudar al pueblo venezolano a recuperar la democracia y la prosperidad. Eso es desde luego todavía verdad, pero hemos aprendido de la historia que los riesgos de usar la fuerza militar son significativos” y por si quedasen dudas hace pocas horas James Story, jefe de la diplomacia americana para Venezuela, afirmó –como puede leerse en tweet de Moisés Naim-: “hay quienes solo piensan en el momento mágico de una intervención militar y no sé qué, y esto es muy dañino…..lanzan bombas desde el banquillo o al margen de las cosas, con sus ideas fantásticas”  para rematar Abraham ante la petición expresa de María Corina Machado por una fuerza interventora etiquetándola de vivir en un “realismo mágico”.

Nadie en su sano juicio puede querer que Venezuela sea una nueva Siria, Afganistán o incluso Irak. Es cierto que es urgente procurar soluciones pero que sea en paz, rogamos a Dios.

 09/03/2020


 

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Trump Vs Biden: ¿Qué factores deciden el triunfo?

Luis Eduardo Martínez Hidalgo / lmartinez@maulf.edu

 

Tras concluir la Convención Demócrata y en vísperas de la Republicana que se celebrará este lunes 24, Trump y Biden entran en la recta final de la disputa por la Presidencia de los Estados Unidos.

¿Quién ganará?

Según distintas encuestas, consolidadas en RealClearPolitics, hoy Biden marcha adelante pero eso no es suficiente para asegurar su victoria,  en principio porque las elecciones no son hoy sino el 3 de noviembre, vale decir poco más de dos meses después que son una eternidad en campaña y en los cuales  puede pasar cualquier cosa. Luego porque las elecciones no son de primer grado sino de segundo y si bien el voto popular importa son los de los “compromisarios” del Colegio Electoral los que sin ver quien obtuvo la mayoría en el territorio de la Unión apoyarán a aquel que representen y así lo hicieron por Adams, Hayes, Harrison, Bush y Trump quienes perdiendo el sufragio universal pasaron a ocupar la Casa Blanca.

Para complicar el escenario, analistas coinciden que es en los denominados estados bisagras donde se decidirá la elección. Hablamos de diez estados  –los swing states-  que han ido por años a uno u otro lado,  definiendo entonces la contienda. Aún más específico, de los bisagras, dos estados sobresalen a la hora de hacer pronósticos: Ohio donde es común afirmar que nadie llega a la Casa Blanca sin ganar allí y en Florida que ha votado sucesivamente por Clinton, Bush, Obama y Trump inclinando en cada ocasión la balanza.

Si las elecciones fuesen hoy e insisto no son hoy, Biden ganaría en Ohio y Florida con lo cual alcanzaría la mayoría en el Colegio Electoral y se convertiría en el 46to Presidente de los Estados Unidos.

Ahora bien: ¿Qué decidirá esta contienda?

El coronavirus, la economía, los conflictos raciales, la inmigración y los trapos sucios. que al final siempre salen, deciden los resultados.

Con el coronavirus el desempeño de Trump ha sido malo y así coincide la gran mayoría de los estadounidenses. La economía que hasta Febrero fue el fuerte del Presidente ha caído estrepitosamente –por efecto de la pandemia para ser justos- y apenas ahora parece tocar fondo e iniciar una levísima recuperación pero igual son millones que han perdidos sus trabajos y ven amenazados su estándar de vida. Los conflictos raciales han rebrotado en mucho por la exasperación del Presidente lo que pudiera ser aprovechado por Biden de la mano de la Senadora Harris –negra, hija de inmigrantes, mujer-. El tema de los inmigrantes, o de la dureza con ellos, ha sido leitmotiv de Trump desde su anterior campaña y –otra vez con los bisagras referentes- pudiera ayudarlo en Ohio que ha sido calificado como el peor estado para los inmigrantes por la animadversión hacia ellos que caracteriza a sus habitantes, pero menos en Florida, especialmente en el sur, hogar de centenares de miles venidos buena parte de Latinoamérica.

Trapos sucios es poco probable que de Trump encuentren algo distinto debajo de la cama –a menos que lo devele Melania- por lo que es Biden quien debería estar preparado para lo que será esperablemente la campaña más asquerosa en la historia de los Estados Unidos.

Ahora, si le hacemos caso a Allan Lichtman, profesor de la American University que ha predicho correctamente cada ganador presidencial desde 1984, el presidente será Biden.

Lichtman usa un sistema de 13 factores, que él llama “claves”, que determinan la victoria y esta vez “Las claves predicen que Trump perderá la Casa Blanca”, señaló hace poco en el  New York Times.

Las apuestas están sobre la mesa advirtiendo que en estas también Biden lleva ventaja que bordea  el  7 a 3 y como ejemplo se tiene a  Betfair con 65,4 % para él.

08/21/2020



 

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USA en la encrucijada

Luis Eduardo Martínez Hidalgo / rectorunitec@gmail.com

El pasado diciembre fue un buen mes para Trump. La economía continuaba siendo su mayor fortaleza y hasta CNN lo reconocía tras una encuesta que mostraba la satisfacción por su desempeño del 76 % de los americanos mientras que otro sondeo, el de FiveThirtyEight, presentaba al Presidente en el tope de su popularidad a pesar de la decisión de la Cámara de Representantes de someterle a un juicio político, con miras a destitución, tras acusarlo de abuso de poder y obstrucción al Congreso por pedir a Ucrania investigar a su posible rival electoral, Joe Biden, y bloquear esfuerzos de legisladores para constatar sus acciones. 

Mientras tanto en China se conocían los primeros casos de neumonía detectados en Wuhan asociados a un virus hasta ese momento desconocido: el COVID19 hacía su aparición.

Hoy el coronavirus ha cambiado las suertes.

El manejo irresponsable de la pandemia, junto a casi cinco millones de contagiados –medio millón de ellos en Florida- y más de ciento cincuenta mil muertos, ha provocado la mayor caída de la economía estadounidense en toda su historia, superior a la experimentada durante la gran depresión. Según datos del Departamento de Comercio la tasa real anualizada del desplome es de 32,9 %.  Con la economía se derrumban las posibilidades de reelección de Trump cuyo afán por confrontar y dividir a los americanos lo alejan aún más de un segundo mandato.

…el inquilino de la Casa Blanca no termina de entender que una crisis de tal magnitud como la que ahora atraviesa los Estados Unidos solo se resolverá en el marco de grandes alianzas y entendimientos incluido un acuerdo bipartidista…

Las presiones presidenciales por re-arrancar la economía de poco han servido. Bordeando en ocasiones la ley, vociferando contra gobiernos locales que están más cerca de la gente, marchando y contramarchando, elevando la temperatura de los enfrentamientos raciales y ensañado contra los inmigrantes, el inquilino de la Casa Blanca no termina de entender que una crisis de tal magnitud como la que ahora atraviesa los Estados Unidos solo se resolverá en el marco de grandes alianzas y entendimientos incluido un acuerdo bipartidista que permita implementar un plan de recuperación de largo plazo que sea posible y sostenible. Lamentablemente su carácter no le ayuda o quizás sea como su propia sobrina afirma en Too Much and Never Enough: How My Family Created the World's Most Dangerous Man: “mi tío estaba destinado a convertirse en un hombre completamente incapaz de liderar este país”.

Las aplicaciones del seguro de desempleo no han bajado por meses de 1.4 millones semanales y la suma de estas ya pasan de 50 millones. La demanda en la  industria del esparcimiento y el transporte, de los principales activadores de la economía americana, no llega a un tercio de lo que fue el año pasado, gigantes como Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp. presentaron días atrás los peores resultados trimestrales en décadas y a la par anunciaron la posposición de grandes proyectos de inversión previstos inicialmente para el 2020.

Consulto telefónicamente a uno de mis profesores en la Escuela de Negocios de UM si el alza en los mercados pudiera anticipar un rápido repunte de la economía. Tajantemente me dice que no, que solo están reaccionado a la inyección gubernamental de dinero inorgánico que más temprano que tarde terminará y entonces el desplome será mayor. Se estima que las ayudas que personas y negocios han recibido alcanza unos  US $2.4 trillones que puede llegar si se aprueba lo que ahora se solicita a US $ 4 trillones que es “más que los gastos de defensa, social security y educación combinados y también representa más que el PIB de países como Italia,  Brasil y Canadá” explica por mail un colega docente universitario agregando que “este dinero ha sido creado de la nada y se añade como deuda al ya deficitario presupuesto 2020. Esto se pagará con impuestos más altos en el futuro” e inflación agrego yo y ojalá que no hiperinflación que de eso sé bastante.

Las próximas semanas son decisivas y el 3 de Noviembre es una encrucijada para, más que nunca antes, definir el futuro de los Estados Unidos que en buena medida es el futuro del planeta.

08/04/2020


 
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#YoMeQuedoEnCasa

Luis Eduardo Martínez / @luisemartinezh

Escribo estas líneas desde mi casa de Maturín en Venezuela. El fin de semana preparaba maletas para viajar a Miami cuando supe de la prohibición de los vuelos a Republica Dominicana y Panamá, ultimas rutas abiertas para salir del país. Informado que el gobierno ajustaba el decreto para la cuarentena en varias ciudades, salí de Caracas y al final de la mañana arribé a Monagas.

Me tomo en serio el coronavirus y espero que todos hagamos lo mismo; meses atrás no había oído hablar de tan mortífero asesino y menos del COVID 19 que es la denominación dada por la  Organización Mundial de la Salud (OMS) a la enfermedad cuyo primer brote surgió en Wuhan a finales de noviembre del año pasado.

Presté poca atención al principio pero luego me interesé cuando el virus comenzó a propagarse y de China pasó a las dos Coreas, Taiwán y Hong Kong donde las autoridades impusieron férreos controles y aislamientos que lucían exagerados pero que a estas alturas se ha demostrado como lo más eficaz para limitar la ahora declarada oficialmente pandemia.

El epidemiólogo de Harvard, Marc Lipsitch señaló,  en Wall Street Journal, que el virus podría atacar de 40% a 70% de la población mundial, si bien muchos de los potenciales casos serían leves o asintomáticos.

Cuando saltó a Europa, cuyos sistemas de salud se precian de los mejores del mundo, creí que sería cosa de pocos días el abatimiento del coronavirus mientras que en las redes comenzaban a multiplicarse recetas algunas tan risibles como los collares de cebollas. Asombrado observé el crecimiento exponencial en Italia y luego en España pero me alarmé cuando leí a Ángela Merkel declarar que entre 50 y 70 millones de alemanes, de una población de 82, podría llegar a verse afectada. Días después hablando con mi hija Isabel, que estudia en Londres, me contó que el primer ministro Johnson había afirmado por televisión que el 70 % de la población del Reino Unido se contagiaría y con la tradicional flema británica agregó: “Debo sincerarme con ustedes, muchas familias van a perder sus seres queridos”.

El epidemiólogo de Harvard, Marc Lipsitch señaló,  en Wall Street Journal, que el virus podría atacar de 40% a 70% de la población mundial, si bien muchos de los potenciales casos serían leves o asintomáticos. Ira Longini, asesora de la OMS recientemente estimó que la cifra podría llegar a los dos tercios de la población mundial mientras que Gabriel Leung de la Universidad de Hong Kong dijo que con un contagio de 2,5 personas por infectado, el mal podría afectar a un porcentaje entre el 60% y el 80% de la población.

Cuando oi en CNN que según la OMS el coronavirus registra una tasa de mortalidad del 3,4% a nivel global, apoyado en el Dr. Google y en uno de los hijos dilectos del ahora retirado Bill Gates –Excel-,  realicé unos rápidos cálculos: Población mundial proyectada a la fecha: 7,625 millones de personas por 0.40 ( tomando el estimado bajo de 40 % del harvariano Lipsith) por  0.034 (tasa de mortalidad global según la OMS) eso es igual a casi 104 millones de muertos; léase bien 104 millones de muertos, 104 millones de padres, madres, hijos, hermanos, abuelos, amigos muertos, 104 millones de muertos que es más que la suma de los muertos en la totalidad de las guerras en el planeta desde el Siglo XVIII y que conste que es el cálculo bajo.

Contra el coronavirus no hay bravos ni inmunes: nadie está a salvo y es irresponsable no tomar tantas previsiones como sea posible la primera evitar la propagación. Pasados 3 meses China logró contener al coronavirus y sus vecinos ya citados también. Hoy está en más de 150 países, entre ellos la primera potencia mundial  Estados Unidos, por lo que es estúpido echarle la culpa a alguien en particular. De lo que se trata  es evitar lo peor y remar juntos para minimizar el contagio.

Como será que hasta el Estado Islámico comunicó que pospone sus atentados terroristas por el coronavirus. Hasta esos bichitos entienden que lo de ahora es poner cada quien de su parte para enfrentar al mal que amenaza la existencia misma de la humanidad.

Y como quiero echar el cuento a mis nietos definitivamente #YoMeQuedoEnCasa.