La emigración de colombianos a Venezuela se derivó de la desigualdad económica entre ambos países. En 1980, el PIB per cápita venezolano triplicaba del colombiano, y la intensificación del conflicto interno hacia finales del siglo XX llevaron a los colombianos a buscar nuevas oportunidades en Venezuela. El flujo de migrantes colombianos a Venezuela alcanzó su punto más alto durante las décadas de los 70s y 80s.

Desde Orlando

Los venezolanos… ¿con qué moral rechazamos a los inmigrantes?

 

Ángela Zago / zagoangela@yahoo.com

 

Algunos venezolanos que residen en Estados Unidos al parecer olvidaron su origen étnico, cultura y su procedencia profesional y ,hoy, apoyan una política anti migración y olvidan su propia esencia.

Nuestra nación recibió inmigrantes asiáticos, libaneses, sirios y judíos provenientes del sur de España, Israel, Europa Central, chinos, dominicanos, haitianos, cubanos, peruanos, argentinos, uruguayos, chilenos, ecuatorianos y colombianos. Esta última emigración fue la de mayor impacto social debido a un gran número de individuos desplazados que ingresó al territorio venezolano que, en un momento dado, el gobierno de Carlos Andrés Pérez nacionalizó casi un millón de colombianos: nadie chitó.

Entre 1948 y 1961, ingresaron a Venezuela 920 mil inmigrantes, principalmente italianos, portugueses y españoles, , cuando el país apenas contaba con unos 7 millones de habitantes.

En los años cuarenta y cincuenta unos 300 mil italianos entraron a Venezuela y surgió la mayor "colonia" europea en nuestra nación. Se estima que casi 2 millones de venezolanos tienen un reciente antepasado italiano.

Se considera que los venezolanos con, por lo menos, un abuelo -o bisabuelo- de Italia pueden ser casi dos millones al principio del siglo XXI.

En el censo de 1961 había una población de 7 millones de habitantes, con casi 700 mil inmigrantes europeos concentrados en la región central.

En Venezuela, se considera que entre 1 millón a 1.5 millones de ciudadanos tienen un antepasado portugués, esto debido a la gran ola de emigrantes que llegaron a Venezuela durante el siglo XX. La colectividad portuguesa es la tercera comunidad europea más grande en Venezuela, sólo superada por la española e italiana.

Los portugueses emigraron a Venezuela desde la década de los 50 y dicho flujo migratorio se prolongó incluso hasta los años 60. En los 70 los portugueses siguieron llegando al país, presionados por la guerrilla en las colonias africanas, por la declaración de independencia en 1975 y la crisis institucional acaecida por la toma del poder de un sector pro-soviético producto de la Revolución de los Claveles. En América Latina, Venezuela concentra la mayor comunidad portuguesa luego de Brasil.

En el siglo XX, la emigración española ocupó el segundo lugar, se estima que la población descendiente sea de unos 3 millones..

En los 60 y 70, hubo una importante inmigración latinoamericana, primero de Colombia, cuyos nacionales huían de la pobreza y del conflicto armado, y también Cuba, y más tarde del Cono Sur -peruanos, chilenos, ecuatorianos principalmente- huyeron de las férreas dictaduras existentes en aquellas décadas de terror. Muchos de ellos afirmaron que no tenían sus papeles reglamentarios porque en la gran huida se les había quedado.

En la década de los 80s vivían en Venezuela aproximadamente 37 mil dominicanos que encontraron una rápida acogida e integración a la sociedad: fueron bien recibidos, y al igual que los colombianos, establecieron sus propios barrios.

La emigración de colombianos a Venezuela se derivó de la desigualdad económica entre ambos países. En 1980, el PIB per cápita venezolano triplicaba del colombiano, y la intensificación del conflicto interno hacia finales del siglo XX llevaron a los colombianos a buscar nuevas oportunidades en Venezuela. El flujo de migrantes colombianos a Venezuela alcanzó su punto más alto durante las décadas de los 70s y 80s.

Inicialmente unos 16 mil ecuatorianos emigraron a Venezuela en la década de los setenta, debido a gobiernos dictatoriales, además de observar las ventajas del auge petrolero y bonanza económica que imperaba en esa época.

Cerca de un millón de peruanos ingresaron a Venezuela durante el boom de la economía venezolana, debido a los altos precios del petróleo.

Durante los años 70, Venezuela fue el destino escogido por miles de argentinos que huían de la dictadura de Jorge Videla y, de igual forma, durante la dictadura de Augusto Pinochet llegó un gran número de inmigrantes chilenos a Venezuela....muchos sin papeles...

En los últimos años de la década del 80, Panamá atravesaba una situación compleja, por lo cual entre 1984 y 1989 muchos panameños emigraron a Canadá, Colombia, Estados Unidos y Venezuela.

Desde hace muchos años existe una numerosa colonia árabe en toda Venezuela conformada por sirios, libios, libaneses, palestinos, turcos, entre otros que decidieron buscar nuevos horizontes debido a las limitaciones existentes en sus tierras de origen por los conflictos socio políticos. Trabajaron por muchos años en distintos tipos de comercio como el de telas, arreglo de calzado, venta y reparación de electrodomésticos, ropa, restaurantes, entre otras cosas.

En la década de los cincuenta era común en todo el país ver vendedores que caminaban con una maleta llena de mercancía y eran conocidos como los turcos.

La colonia china en Venezuela es conocida por ser numerosa, trabajadora y muy buena en el negocio de restaurantes típicos y el comercio de víveres.

Los venezolanos nos mezclamos con cada uno de estos grupos y hoy en día pocos pueden decir que no tienen alguna mezcla con inmigrantes que llegaron a nuestra nación.

De allí que decir que nosotros aprobamos perseguir a inmigrantes que llegan sean a EEUU como a otras naciones donde hemos tenido que huir, es lesionar nuestra propia esencia.

 10/20/2020


 

Desde Orlando

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¿Qué tipo de público necesita un padrecito que lo guíe?

 

 Ángela Zago / zagoangela@yahoo.com

Cuando surgió el fascismo y el nazismo tanto el pueblo italiano como el pueblo alemán no imaginaron hasta dónde podían llegar esos planteamientos que, apoyaron y siguieron hasta la muerte.

Los europeos, ciudadanos de alto nivel cultura, aceptaron posiciones “filosóficas” radicales donde el jefe de la manada era más importante que la propia manada; donde la voz del “caudillo” era la voz de Dios. A Hitler se le catalogó como “el Fuhrer” o guía máximo, Mussolini era el duche -el guía-. En España, Franco, obtuvo el título de caudillo de España –¡por la gracia de Dios!-. En Rusia a Stalin lo amaron de tal forma que le decían “padrecito”-

Después de sus respectivas derrotas, estos dictadores fueron señalados, descalificados y acusados….nunca nadie pensó que en pleno siglo XXI surgieran ciudadanos que necesiten seguir a un jefe de estado como si fuera un “dios” parecido a cualquiera de esos depredadores.

Existen múltiples análisis e investigaciones que estudian el porqué surgieron éstos jefes narcisistas y controladores…. pero nuestra interrogante es:

-¿Qué tipo de personas siguen fanáticamente a un candidato presidencia como al gran líder y sí estás en su contra eres comunista, ¿judío? pedófilo o cualquier otro apelativo que no tiene que ver con ser demócrata o republicano?-

¿Por qué la figura de un hombre fuerte, de un padre autoritario; más que la de un presidente- atrae a ciertos grupos de ciudadanos como para lograr convertir una campaña electoral en una cruzada de odios, acusaciones y sectarismo?

¿Qué le sucede a ciertos venezolanos que insultan a una animadora tan querida como Erika de la Vega por sólo expresar su opinión contraria a quienes necesitan al “padrecito” en que han convertido o desean convertir al presidente Trump?

¿De dónde surgen estas personas preparadas -como lo fueron los ciudadanos alemanes, o los italianos- a creer en teorías conspirativas que conviertan una simple votación en una cruzada donde si no votas por “el líder” se perderá la república y como por arte de magia se instalará el comunismo en el país que representa la esencia del capitalismo?

Algo sí está claro: quienes crearon esta campaña descubrieron que todo lo que suene a liberalismo hay que atacarlo y el mejor calificativo para ello es decirles ¡comunistas!! A esto le teme la gente y ahí hay que enfocarse: “yo el padrecito te voy a salvar de tus temores”.

Trump no logró hacer “América grande de nuevo” pero sí revivir los temores del macartismo y desviar la discusión que pudo ser sobre cómo mejorar la economía, ocuparse de la situación de la salud y la educación para enfocarla en la idea de que el otro candidato -un hombre que tiene casi cincuenta años en la política norteamericana,- un social demócrata- encabeza un movimiento maligno -como supuestamente lo iban a hacer los judíos en la Alemania Nazi- para destruir el sistema capitalista norteamericano e instaurar un nuevo orden mundial –donde se mezclan los intereses de empresarios multimillonarios -todos pedófilos- al servicio de los intereses de los chinos comunistas.

Sería bueno preguntarle al escritor Stephen Edwin King cuál es su versión de los hechos.

10/06/2020


 

Desde Orlando


Surge el caudillismo en la primera potencia mundial

 

 Ángela Zago / zagoangela@yahoo.com

 

En cualquier serie de televisión o película, la imagen del político es la un personaje encopetado, relativamente bien vestido y sobretodo mentiroso y flojo: ¿de dónde surge esa imagen de quien debe ser un servidor público, trabajador, honesto y eficaz?

Sí un ciudadano decide ser un profesional de la política y convertir esta función en su forma de vida, lo mínimo que se le puede exigir es honestidad, responsabilidad y valentía.

Los maestros/as que trabajan en el campo están  dispuestos a sacudirse arañas, alejar culebras y trabajar con lo que consiguen a la mano. Los reporteros de guerra se arriesgan a ser secuestrados, o que una bala perdida los hiera o los mate; …por lo tanto no tienen la misma actitud ni personalidad de quienes cubren la fuente social, la de farándula, la de deporte…o de quienes cubre la fuente económica…o la  tensa fuente política.

La decadencia de la discusión política se inició por allá, por la década de los setenta y se profundizó en los ochenta. Se pasó de la democracia de partidos a la llamada partidocracia. Los políticos habían abandonado las zonas populares y se presentaban en los programas de opinión a descargarse unos contra otros.

Un político que ejerce su profesión en una democracia sabe a qué atenerse, pero, quien que decide accionar contra una dictadura está claro que las instituciones no funcionan y sí va a unas elecciones y logra obtener millones de votos debe estar dispuesto a defender su victoria arriesgando su libertad e incluso su vida.

Por allá, por los lejanos años sesenta, la participación política de los jóvenes era usual. Formaba parte del proceder de los estudiantes desde que ingresaban a los estudios secundarios hasta llegar a los universitarios. Se participaba para elegir, ser electo, protestar o, simplemente, actuar. Estaban claramente definidos los sectores: los social democráticos, los social cristianos y los marxistas. Para entonces, el enfrentamiento planteaba asuntos filosóficos: ser creyente –filosóficamente idealista- ser ateo –filosóficamente materialista- o los agnósticos, que somos especialista en “recular”: sí la ciencia lo prueba “voy pa´ allá”.

Un día cualquiera en los pasillos de la Universidad Central de Venezuela, dos jóvenes se lidiaron a puñetazo limpio: uno era social cristiano y el otro marxista. El tema de la discusión que terminó a trompada fue sobre el materialismo histórico, la existencia de un Dios y la seguridad de qué sólo existe la materia. A pesar de la discusión y los puñetazos, nadie descalificó o insultó desde el punto de vista personal al contrincante.

La decadencia de la discusión política se inició por allá, por la década de los setenta y se profundizó en los ochenta. Se pasó de la democracia de partidos a la llamada partidocracia. Los políticos habían abandonado las zonas populares y se presentaban en los programas de opinión a descargarse unos contra otros. Pasaron de la discusión ideológica o filosófica a la descalificación de la actuación personal de los contrarios. Dejaron de ser socialcristianos, socialdemócratas o marxistas para ser “corruptos, ladrones, ineficientes, flojos” hasta llegar a la palabra clave: “delincuentes”. Se presentaban tanto en programas de opinión o declaraban para los noticieros afirmando que su opositor era “un ladrón”, “corrupto”, “ineficaz” y todos los etc. que podamos agregar. Por facilismo o por falta de autocrítica, la dirección política decidió que ellos no eran responsable de sus afirmaciones sino, por lo contrario, éramos los periodistas quienes habíamos creado la matriz de opinión de la “bajeza del mundo político”.  y la responsabilidad era de los dueños de los medios de comunicación, o espacios donde se divulgaba sus opiniones o “informaciones” acerca de su contrincantes.

Es posible que de esta situación, surgió la figura del oportunista que se ofrece como enemigo de los políticos y con esta carta de presentación en la mano dice: “voten por mí que yo sí ejerceré una buena acción política”. No sólo ocurrió en Venezuela, igualmente sucedió en Colombia, en Perú…hasta llegar a la "meca" de la gran democracia: Estados Unidos de Norteamérica. La figura del caudillo dejó de pertenecer a América Latina; a los países del tercer mundo y surgió oportuna en la política de la gran potencia.

Un empresario millonario, presentador de programas de televisión tomó los rasgo de los jefes políticos del siglo XIX y siglo XX, las características del caudillo –para nosotros el mundo subdesarrollado del hombre a caballo- y ganó las elecciones sustentado sobre la base de un partido –el Republicano-. Aún así, declaró junto a su familia, entre ellos su hija, que es enemigo de los políticos y no quiere saber nada de ellos pero utiliza su plataforma para realizar campaña política, obtener votos y tratar de mantenerse en el poder.

Así que el manejo de la “anti política” no pertenece ni a los periodistas, ni sólo a los países del tercer mundo sino que es la nueva forma de ¡hacer política! y con ésta nueva forma de hacer política, ha resurgido la figura del caudillo: hombre fuerte, maravilloso, sobresaliente y con rasgos propios del narcisista. ….cosas de la política actual.

 09/20/2020


 

Desde Orlando

¿Comenzó la cacería de brujas?

 

Ángela Zago / zagoangela@yahoo.com

 

La discusión política electoral en Estados Unidos, se ha enrarecido de tal forma que parece retrotraernos  a uno de los momentos más oscuros de la libertad de expresión en esta nación: los años del macartismo. Incluso, la discusión llegó a tal punto que hace un par de meses, un grupo de amigos de cines en wapson desapareció a causa del nivel de discusión entre quienes defienden al presidente Trump y quienes lo rechazan. 

Al parecer, ser democrático no es fácil….

            Ha surgido la primera lista estilo los "10 de Hollywood" realizada por del senador McCarthy, pero ésta  no fue hecha por un estadounidense retrógrado, sino, lamentablemente, por un venezolano. En esa lista éste ciudadano anota los nombres de personas nacidas en Venezuela que decidieron apoyar a Joe Biden, el candidato por el partido Demócrata a las elecciones y pide le quiten la ciudadanía o revoquen sus respectivas visas y que sean deportados….¿ por qué? Por pensar distinto a él: por no apoyar la candidatura del actuar presidente de Estados Unidos.

            Esta acción no sólo recuerda la oscura actuación del senador McCarthy, sino actuaciones de quienes arremeten contra la población venezolana y que también hicieron listas; por ejemplo, la lista de Tascón. Entonces: ¿a favor de qué sistema están quienes atacan directamente a personas que piensan distinto? ¿Están defendiendo los postulados de la democracia o realmente están de acuerdo con los procedimientos de las llamadas dictaduras de extrema izquierda?

Esta acción no sólo recuerda la oscura actuación del senador McCarthy, sino actuaciones de quienes arremeten contra la población venezolana y que también hicieron listas; por ejemplo, la lista de Tascón.

Ser democrático  es defender sus principios como lo son la tolerancia, la solidaridad, la fraternidad, y el respeto por las opiniones contrarias. Pero sí utilizan los métodos “comunistas” para defender su posición, nos hace pensar: ¿realmente quieren defender el sistema democrático o se disfrazan de demócratas y bajo esa capa esconden su verdadero sentir dictatorial? ...“Pueden opinar sólo si opinas como yo….”

            Sí este venezolano quiere hacer listas para atacar o acusar a quienes piensan diferente al presidente Trump, le recordamos que ni es original, ni es ético, ni es valiente, ni defiende la democracia occidental, por lo contrario se une a quienes quieren hacer retroceder la democracia de esta nación a épocas superadas.

            Las persecuciones encabezadas por el senador McCarthy a principio de la década de los cincuenta, se realizaron a intelectuales y artistas famosos –algunos realmente comunistas- pero también a quienes eran anticomunistas o ex comunistas y, como en los países dictatoriales, se retiraron de librerías y bibliotecas más de 30 mil libros, entre ellos el famoso Robín Hood y la novela Espartaco de Howard Fast;  acción propia de los comunistas, fascista o nazis.

Le podemos ofrecer a este venezolano una lista de triunfadores que fueron atacados a principios de la oscura década de los cincuenta y que, sencillamente, piense en el aporte que ha dado a la humanidad y, especialmente al pueblo estadounidense, personajes como Albert Einstein, o como Bertolt Brecht, Robert Oppenheimer, o Linus Pauling y se pregunte: ¿importa cómo pensaban políticamente o tienen un verdadero valor por su labor científica o cultural?

Es posible que el venezolano que imitó al cruel perseguidor del régimen de Chávez –Tascón- no esté enterado de quién es Orson Welles, ni Charlie Chaplin y sí conoce su trabajo, diga muy al estilo del bajo pueblo venezolano: “bien hecho pájaro hecho”.

Tener simpatía por los negros, por los hispanos, por los inmigrantes, por los más necesitados o por personas con inclinaciones sexuales diferentes que decidan casarse o vivir con personas de su mismo sexo, no puede significar que se está de acuerdo con el sistema comunista. Sí lo entienden así, también se puede creer que quienes utilizan métodos dictatoriales, aún cuando digan defender el sistema democrático pero no aceptan que otros grupos o personas piensen diferentes; quienes violen los principios morales o éticos de la democracia, quienes en el poder o fuera de él actúen violando normas o leyes….¿será que en el fondo son “comunistas” y deben pasar a la lista negra de enemigos de la democracia?

Lo absurdo de la lista del "maracucho" es que su nombre también está en la misma.. porque, cuando se inicia una cacería de brujas, jamás se sabe a ciencia cierta a quién van a llevar a la hoguera.

Sí usted realmente se considera democrático, recuerde que serlo tiene principios, normas y leyes que debe cumplir. O, ¿lo podemos incluir en la lista de los enemigos del sistema democrático?

09/09/2020


 

Desde Orlando

Multimillonarios y “comunistas” conspiran por un nuevo orden mundial

 

Ángela Zago / zagoangela@yahoo.com

 

El primer gran conspirador social fue aquel ser humano que, al ver ocultarse y reaparecer cada 24 horas el sol, apuntó al astro y gritó:

–¡Es un Dios!! –

Fue de cueva en cueva, asegurando su verdad: creó un Dios ante un hecho que sucedía pero era inexplicable para su conocimiento.

De otros complot de este estilo surgieron los cuentos de hadas que cubrieron la narrativa mundial: ¿qué pasaba en los castillos y mundo secreto de los monarcas?

Yo se lo explico –surgió el creador de esta conspiración- y así tuvimos una Bella Durmiente, una Cenicienta, un Pinocho y otras como la Blanca Nieve a quien pusieron a vivir nada menos que con siete enanos…¡habrase visto! dirían las chismosas de la cuadra.

La primera vez que oí que, en Estados Unidos, existía una élite de millonarios que decidía cómo manejar el poder político fue hace cincuenta años. En ese entonces, escuché la teoría de ésta conspiración como oír caer la lluvia: no existían las condiciones de incertidumbre necesaria para creerles.

Los creadores actuales de las teorías de la conspiración realmente no tienen mucha imaginación: sólo necesitaron crear el tema a tratar; existe la situación y el público dispuesto a creerles.

Hoy es fácil crear conspiraciones: existe una situación de incertidumbre por la pandemia; hay grupos dispuestos a dirigir la operación; formas de comunicación que permiten se expanda el mensaje –las redes, internet, medios dispuestos- y, además, unas elecciones en puerta donde la idea de una conspiración mundial podría beneficiar a determinado candidato.

A esta situación, sumemos un público con ciertas característica emocionales dispuesto a asumir que se está tramando un complot de tal magnitud que deberíamos cerrar puertas y ventanas: en cualquier momento surgirá la mano oscura del pedófilo, reunido con el poder económico y político y atrapará a los niños de nuestra familia.

Lo interesante de esta teoría de la conspiración es la mezcla de multimillonarios con comunistas y el mundo oscuro de la pedofilia y la brujería. Todo un guión propio para el gran público. Me recuerda la formula aquella del periodismo: crimen + sexo + deporte = venta. En este caso= seguidores…

Una vecina asegura que los túneles de Nueva York estaban repletos de miles de niños secuestrados por pedófilos o por malvados que venderán sus órganos al mejor postor. Cuando quisimos precisar su información: ¿cómo hacen para mantener en silencio a los miles de niños? ¿cómo los alimentaban, les dan agua o realizaban sus necesidades?….ella sencillamente respondió: todo se puede…se le morirán algunos niños, enfermarán …pero son pérdidas ya cuantificadas por los malvados dueños del negocio…

Su hipótesis surge de un verdadero hecho: un asqueroso personaje millonario y cercano al poder político realmente creó una red de prostitución infantil. Para fortuna de la humanidad fue atrapado y apareció muerto en circunstancias no claras en su celda….pero existió.

Quienes han estudiado a los receptores de estas teoría señalan que son personas desconfiadas y excéntricas. Tienen la tendencia a ver al mundo inmerso en el peligro y sospechan de todo y de todos. Muchos de ellos necesitan sentirse importante y son como las doñas de la cuadra que te dan una premisa en voz baja, sin confirmar fuente, “porque quién se lo dijo está amenazado junto con su familia de morir”.

Josh Hart, un profesor asociado de la Unión College, de Nueva York,– realizó un estudio sobre las personas que creen en las teorías de conspiración, y concluyó que este público es propenso a detectar patrones significativos que podrían existir.

Las teorías de conspiración se crean a partir de datos reales, y la fantasía confirma los peores temores y prejuicios de estas personas; quienes–por experiencias reales- están inclinados a sospechar de informaciones oficiales, sean de gobiernos, organismos internacionales o grandes medios de comunicación.

En el 2017 surgió el grupo QAnon, creador de la teoría conspirativa donde el presidente de EEUU, lidera una batalla secreta contra un grupo de multimillonarios malignos que tratan de establecer el “Estado profundo”. El nombre del grupo se deriva de la abreviación Q-anónimo; y se relaciona a información clasificada; la letra Q es utilizada por el Departamento de Energía para acceder a datos restringidos altamente secretos y tienen que ver con información de seguridad nacional.

La teoría de ésta conspiración afirma que existe un plan diseñado para instaurar un gobierno único controlado, entre otros por la élite económica con la participación de actores de Hollywood, políticos del partido demócrata y funcionarios de alto nivel que participan en una red internacional de tráfico sexual de niños y realizan actos pedófilos. El presidente Trump investiga la situación, persigue a los conspiradores e intenta prevenirnos.

Este “Nuevo Orden Mundial” no es original: ya aparece en el documento establecido por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson que invita a la creación de una Sociedad de las Naciones –antecedentes de la Organización de las Naciones Unidas- después de la primera guerra Mundial y reaparece al final de la Guerra Fría: los presidentes Mijaíl Gorbachov y George H. W. Bush usan el termino para definir una propuesta de cooperación entre las grandes potencias.

Imagino que, lógicamente, el Capitán América –representado en esta conspiración por el presidente Trump- lidera la lucha contra estos enemigos de la sociedad capitalista que, extrañamente, involucran a sectores comunista.

Una película de acción como para pasar las horas de aislamiento social y encierro necesario.

Usted: ¿no tiene alguna información secreta que pueda transmitir a través de las redes y alerte a mi vecina sobre el peligro que corre si acepta que vacunen a sus nietas y le instalen el chic que permitirá ubicarlas para saber su ubicación, acceder a su información personal y controlar sus gustos?

 08/18/2020



 
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Desde Orlando


Esta imagen es un montaje, pero puede crear dudas.

Esta imagen es un montaje, pero puede crear dudas.

La difícil tarea de informar con veracidad

 

 Ángela Zago / zagoangela@yahoo.com

 El 20 de julio de 1969, mi familia, al igual que más de 500 millones de personas vimos como el astronauta Neil Armstrong abría la escotilla del modulo lunar Eagle y descendía lentamente por la escalerilla de su nave hasta poner pie en la superficie lunar. Inmediatamente comenzaron los comentarios y una sola voz ingenua e inculta para nosotros afirmó:

-Esa es una gran mentira de los yanqui, seguro que esa nave aterrizó en un desierto de California, en cualquier lugar de Estados Unidos y desde allí hicieron ese gran montaje; yanqui mentirosos….-

El resto de la familia oímos a la abuela como se oye caer la lluvia y no entendimos cómo la vieja Juana, nacida en el siglo XIX, pero que viajaba anualmente fuera del país y leía los periódicos a diarios, comentara semejante tontería.

No discutimos el absurdo argumento de la más vieja de la familia porque la llegada de un astronauta norteamericano a la luna daba un triunfo internacional a los estadounidenses sobre los soviéticos en la entonces guerra fría y no tenía ningún sentido lógico que una oficina del nivel de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA- conformada por técnicos y científicos asumieran realizar un montaje de esta categoría.

Para entonces, los medios de comunicación con sus profesionales del periodismo a la cabeza eran quienes tenían la responsabilidad de informar veraz y oportunamente sobre los hechos fundamentales que suceden en la sociedad.

Es posible que, en algunos hogares, otras abuelas nacidas a finales del siglo XIX, como la nuestra, dudara de la veracidad de tal hecho, pero a ningún joven o ciudadano medio se le ocurrió considerar que la llegada del hombre a la luna formara parte de una falsa mundial.

Hoy con sorpresa oímos a jóvenes no sólo dudar de la llegada del hombre a la luna; sino no creer en el peligro que significa el coranovirus; dudar de la necesidad de una vacuna que frene la expansión del virus y discutir que todo es un complot que involucra la presencia del virus a nivel mundial.

Cuando el hombre llegó a la luna en el año 1969, los informativos de medios radiales, audiovisuales e impresos contaban con un altísimos porcentaje de confiabilidad: pocas personas dudaban que lo informado no fuera cierto.

Para esos años, ninguna mamá dudaba de vacunar a sus niños con las vacunas planteadas por los pediatras; era un asunto médico…de especialistas, no de madres o padres “conocedores de la materia.”

Al analizar la situación de la desinformación insistimos que la masiva información en manos de no profesionales de la materia, aunado a que fuentes fundamentales utilizan sin ataduras las redes para decir lo que en ese momento se le ocurra, ha estimulado la desinformación y, ha puesto en dudas las informaciones de profesionales y medios serios sobre un tema tan grave como es el coronavirus. Según esta versión, el COVID-19 en realidad no existe, sino que es un complot de la elite global para quitarnos la libertad..  Los creyentes en esta teoría se niegan cada vez más a tomar medidas de distanciamiento social, y podrían colaborar de forma directa a que la pandemia se extienda aun más en sus propias localidades y aumentar la tasa de mortalidad. 

Si un periodista que cubre la información científica o de salud, necesita realizar un trabajo sobre el virus que tanto daño ha hecho a la población, su deber profesional es acudir a la fuente de mayor conocimiento y credibilidad en la materia de virus, e infecciones. Lo lógico, entonces, es acudir a los altos ejecutivos involucrados e informar….pero sí ese periodista se encuentra que los altos ejecutivos de un gobierno informan vía twiter sin base, no es fácil informar adecuadamente.

Los periodistas tenemos que luchar actualmente contra la desinformación pero la tarea no es fácil: la lucha ya no es para convencer a un editor que tome en cuenta la veracidad de la información que queremos divulgar, sino que, además, tenemos que enfrentarnos a fuentes presuntamente creíble por su jerarquía, sumado a medios masivos donde cualquiera puede decir cualquier cosa.

Si una fuente tan importante como el propio presidente Trump cree que existe el “estado profundo” -un grupo de la élite estadounidense que supuestamente conspira para evitar su reelección y que el doctor Antony Fauci – quien da la cara por la pandemia en Estados Unidos es parte de este grupo de conspiradores- ¿cómo un ciudadano común y poco informado no va a creer que el virus  es una simple gripe y que puede deambular por la calle sin protección y no evitar el acercamiento social? 

Las mamá y abuelas anti vacunas creen que la medicina convencional no funciona y que las grandes compañías farmacéuticas están dentro del complot de la aparición y masificación del virus; esta desinformación se puede afianzar por declaraciones o posiciones de autoridades fundamentales en las que, lógicamente, crean. Para este público los casi 20 millones de contagiados no existen. 

¿Cómo informar adecuadamente si las propias fuentes lógicas des informan a la población por otras vías y en directo?

 08/05/2020


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Del nuevo periodismo al mundo de las redes y la desinformación

 

Angela Zago / zagoangela@yahoo.com

 Los periodistas de finales de la década de los sesenta y principios de los setenta recibimos con beneplácito la llegada del “Nuevo Periodismo” que le arrebató a la famosa pirámide invertida su puesto fundamental con el cual redactábamos la información en forma directa: Qué pasó, dónde pasó a quién le pasó, cuando le pasó, cómo le pasó y finalmente por qué sucedió.

Para entonces, como ahora existía una crisis social y los medios de comunicación no ofrecían las respuestas necesarias. El nuevo periodismo permitió a través del reportaje interpretativo explicarle al lector lo qué estaba sucediendo. Un importante grupo de periodistas, apoyado en especialistas, conocedores de la materia comenzaron a profundizar en la información, para explicar  cómo y porqué surgió la crisis que entonces convulsionó a la sociedad.  

Hoy, sumergido en una crisis quizás más profunda que la de entonces, la población recibe miles de informaciones no de periodistas profesionales y, mucho menos, con el apoyo de especialista que aclare el porqué de la situación y las vías para salir de la misma.  

Las redes sociales que pudieran servir para conocer el  pensamiento y situación de la gran masa –antes silenciosa- sirven para descargar el chismorreo de la vecindad y botar angustias y desacuerdos en desorden y sin claridad.

    Las redes sociales posibilita interactuar y tocar el vecindario para decirles que la comadre o el compadre se robo unas gallinas o que la de al lado no se sabe vestir. Baja el nivel de la información y, en vez de estar en la Aldea Global de McLuhan donde se hace énfasis en las consecuencias socioculturales de la comunicación inmediata, estamos en la vecindad del Chavo.

    Las redes son fundamentales e importantes; Facebook está en el primer lugar del ranking con casi 2.500 millones de usuarios, YouTube con 2 mil millones y WhatsApp acumula 1.600 millones y, sumado al Twitter con su más de 300 millones de usuarios forma parte de ese murmullo mundial donde la información de contenido con análisis serios se pierde. Así, junto a la crisis social y política se encuentra la crisis de la información. 

Aunado a la desinformación que se produce en las múltiples y confusas redes, se instaló el periodismo del chismorreo: necesitados de seguidores, periodistas que se denominan de opinión, no van a lo profundo de los sucesos sino que, por lo contrario, se dedican al chismorreo que tienen como base fundamental atacar en lo personal a quienes tienen algún asidero público. Más que la importancia del chisme, este tipo de periodismo quiere producir el escándalo necesario para conseguir seguidores y convertirse en influencers. Busca likes que les permitirán obtener beneficios económicos. Son los profesionales de las antiguas páginas rojas tan criticadas en algún momento. Se caen a codazos en la búsqueda del público de galería que no está pendiente de respuestas profundas o claras, sino del chismorreo, la noticia fácil, el comentario ligero. 

No estamos en contra de las redes y sus usuarios, pero recuerden y estén alerta; Joseph Goebbels, ministro de propaganda del gobierno nazi de la Alemania del Tercer Reich afirmaba: “miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande es la mentira más gente la creerá.”   

Desafortunadamente no estamos en el mejor momento de la información veraz, justa, equilibrada y sobretodo con contenido profundo donde se exponga criterios de especialistas que sirvan para explicar qué está sucediendo y porqué.

07/22/2020 


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¿Qué más se le puede pedir? El pase a la rebelión!! 

Ángela Zago // zagoangela@yahoo.com

Gene Sharp acuñó el término "noviolencia" como una sola palabra, precisamente para diferenciarlo del pacifismo. La “noviolencia” no es pacifismo, sino una metodología de acción, una forma de confrontación. Muchas de las acciones propuestas por este filósofo y profesor norteamericano fueron realizadas durante los últimos 20 años por los venezolanos y extranjeros que hicieron vida en nuestra nación. De allí que descalificar de alguna forma a la población venezolana es–indirectamente- apoyar a los criminales que están en el poder en nuestra nación. Quizás lo único que no se ha organizado y ejecutado es la rebelión civil clandestina en forma masiva, permanente y contra los enemigos de la población. La tendencia siempre ha sido mostrar la cara; evidenciar quiénes somos y muchas veces, innecesariamente, buscar la pantalla.           

La resistencia  no debe seguir mostrando los rostros de quienes la integran. Hacer acciones precisas contra enemigos localizados y que se vayan a la mar  a buscar caracoles. Ya han apresado, golpeado y asesinado a suficientes venezolanos. No necesitamos ni un perseguido, preso o asesinado más. Existen cientos de protestas que pueden y deben realizarse desde la clandestinidad pero, sobretodo, con objetivos claros y precisos.           

Los enemigos están localizados y son evidentes. Acostumbrados a la impunidad se muestran lejos de la población pero al alcance de la resistencia. Se ha denunciado en múltiples ocasiones que estamos invadidos; primero por los cubanos; luego por sectores violentos de los autocalificados guerrilleros que no son más que malhechores de la vieja usanza: ni la FARN ni el ELN forman parte de movimientos guerrilleros, figuras creadas por la resistencia francesa con objetivos políticos y para combatir a asesinos nazis, nada que ver con traficantes de drogas, asesinos de civiles, violadores de niñas y robos personales. Sumen los “pranes” y otros tipos de criminales. Ningún político; ninguno con pensamiento o acción cercano a la humanidad: cri-minales y sin otro calificativo.

Se ha denunciado en múltiples ocasiones que estamos invadidos; primero por los cubanos; luego por sectores violentos de los autocalificados guerrilleros que no son más que malhechores de la vieja usanza.

Hoy, con la Constitución en la mano ha llegado la hora de enfocarse en el enemigo fundamental: la banda de narcotraficantes que opera desde las sedes del Poder Ejecutivo en Venezuela. Si existen otros enemigos menores o traidores  de poca mota, la resistencia se encargará de ellos; después de desalojar a los criminales fundamentales del poder.Alguien oficialmente o con máscara opositora propone ir a cualquier evento electoral: que vayan, ese es su problema o asunto. El nuestro es derrocar la dictadura. Voltear a los lados, enfocarse en asuntos menores no está planteado. Enfoquémonos en lo fundamental: sacar a los invasores de nuestra tierra, rescatar el Estado de Derecho, enjuiciar a los delincuentes y comenzar la reorganización de la nación: institución por institución pero siempre con la claridad de que el país está destruido y que, de sus escombros tenemos que edificar y sembrar la bandera de la dignidad, la honestidad y la actuación política decente.

Si el enemigo consigue a grupos, personas, “dirigentes” que deseen acudir a legitimarlos, es asunto de ellos: lo nuestro es la lucha clara, decidida y no violenta pero precisa, con fuerza y confianza contra los delincuentes. Las caras de los valientes y las valientes deben ser conocidas después, cuando tenga el poder y las armas en las manos; por los momentos: la clandestinidad es vital. La pantalla déjenselas a quienes la necesitan.Cuando precisas y deseas echar abajo a unos delincuentes con poder político, se debe fortalecer a la población y darle la confianza necesaria para que se incorpore a la resistencia. Fortalecer a los grupos sociales e instituciones independientes y crear y desarrollar un amplio y concienzudo plan estratégico global para la liberación y ejecutarlo con destreza y sobretodo sin mostrar la cara al enemigo.La Constitución nos ampara: artículos 333, artículo 350 y artículo 328. Insisto: La rebelión ciudadana como resistencia a la opresión data desde la época de filósofos como Platón y Aristóteles y hasta representantes de la Iglesia como Santo Tomás tocaron y apoyan el derecho que tenemos a rebelarnos….La rebelión está en marcha, es nuestro derecho


Tenemos derecho a exigir Solidaridad

 

Ángela Zago // zagoangela@yahoo.com

 Hace poco un hecho insólito ocurrió en Orlando: un cura católico desde el altar pidió a los feligreses que no acudieran a oír la misa que el padre José Palmar realiza al aire libre en un parque de Orlando ya que, a pesar de tener un par de años refugiado en Florida, la Institución Eclesiástica a la cual pertenece no le ha ofrecido ni apoyo personal ni trabajo; además de no darle el permiso oficial para realizar su labor.

 Los católicos venezolanos desde hace unos meses han tratado de colaborar con el padre Palmar y le están ayudando con el objetivo de construir una pequeña capilla para que el sacerdote pueda ejercer su trabajo. Pero su Iglesia, sus compañeros de profesión y de fe, en vez de ampararlo han tratado que otros católicos no le ayuden.

            No sólo para un católico, esto es insólito y van contra los principios de su fe, sino también va contra la idiosincrasia del venezolano.

Ser solidario es casi una conducta obligada por formación familiar y religiosa nuestra. El que una persona se cayera en la calle, fuese atropellada o agredida por alguien se convertía en casi un deber de quiénes estuvieran cerca, de intervenir de inmediato. No hacerlo, para los venezolanos era casi inmoral.

            En los barrios y campos pobres de nuestra nación era normal que un vecino toque la puerta para pedir ayuda para otro de los vecinos, para colaborar en sus necesidades; incluso para el entierro.

             Los venezolanos no fueron sólo solidarios entre sí, es público que la sociedad venezolana tiene un origen multicultural debido a las migraciones que desde el siglo 19 y veinte llegaron a nuestro territorio.

            Con el fin de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil española, numerosos europeos se embarcaron hacia Venezuela. Así llegaron italianos, portugueses, españoles, búlgaros, alemanes, húngaros, holandeses, rusos, pero fundamentalmente italianos, españoles y portugueses.

Entre 1951 y 1958 llegaron a Venezuela, 200 mil gallegos y canarios y también llegaron cientos de miles de italianos y portugueses que se dedicaron a la construcción, manufactura de calzados; venta de alimentos, a la carpintería u otros oficios. Los portugueses a las panaderías y areperas.

            Las décadas de los setenta y ochenta vieron llegar colombianos por la desigualdad económica; en 1980 el PIB per cápita venezolano triplicaba al de su vecino país, Colombia y la violencia en el territorio colombiano también obligó a millones de ciudadanos a huir hacia nuestro territorio.

            Miles de ecuatorianos emigraron a nuestro país en la década de los setenta y fueron recibidos con amplia solidaridad. Gozaron de beneficios jurídicos, atención primaria de salud, educación y obtuvieron trabajo.

            De igual forma llegaron peruanos en la oleada de fuga de cerebros profesionales que ingresaron en la década del gran boom de la economía venezolana.

​            Venezuela recibió a los argentinos que huían de la dictadura de Jorge Videla; a chilenos que a su vez huían de la dictadura de Augusto Pinochet. En los últimos años de la década de los ochenta, miles de panameños también fueron acogido en territorio venezolano. Durante la dictadura de Trujillo, muchos dominicanos recibieron amparo en Venezuela y pudieron desarrollar sus habilidades personales y profesionales y se insetaron en la sociedad venezolana sin reparos sociales ni de otro orden.

Para finales del 2017, casi 5 millones de venezolanos habían huido de Venezuela, de los cuales casi 500 mil se refugiaron en Estados Unidos.

            El presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio el teniente José Colina denunció que más de 400 venezolano están detenidos en los centros de inmigración de este país, desde hace unos dos años.

El padre José Palmar, al igual que los venezolanos presos en los centros de inmigración de Estados Unidos necesitan y merecen la solidaridad de los propios venezolanos y de hispanos americanos y europeos que recibieron la solidaridad de nuestra sociedad.

Hoy necesitamos solidaridad y, les aseguramos que cuando nuestro país sea rescatado de las manos criminales que manejan el poder político en Venezuela, volveremos a recibir con gusto y solidaridad a personas de todo el mundo.