César Quivera / cquivera@gmail.com
En el argot de la aviación le reconocen a Javier Ramírez, como uno de los pocos jóvenes en el mundo con más horas de vuelo; con sólo 19 años este joven venezolano, es hoy un icono de la aeronáutica mundial.
Según cifras de distintas organizaciones internacionales del área, por cada 20 aviones comerciales que atraviesan el cielo en todo el mundo, sólo uno es piloteado por un aviador joven y uno de ellos es Javier Ramírez.
Su sueño empezó a cobrar vida en ATS Aeronautical Training and Services en Venezuela y hoy vuela a miles de pies de altura en OSM Aviation Academy en Florida, EEUU.
Se luce en el momento, con una hoja de vida que suma más de 900 horas de vuelo y cómo si fuera poco, su destreza en el aire la disfruta incluso a nivel académico y lo que para él es una pasión que abraza desde niño, ahora se divierte impartiendo lo que ha aprendido.
“Luego de muchísimos estudios y mucha dedicación, me convertí en Instructor de vuelo y obtuve las habilitaciones pertinentes para enseñar a pilotos de todos los niveles de experiencia”.
“Soy instructor de vuelo full time, vuelo aviones privados part time y disfruto cada segundo que paso en un avión”, dice.
En la actualidad es un piloto comercial, con la capacidad de volar cualquier avión, tiene certificado para dar clases de teoría, lecciones de simulador y lecciones de vuelo, desde los niveles más básicos (Private Pilot), niveles intermedios (instrument rating) y niveles avanzados.
Se prepara cada día para surcar cielos abiertos, pues desea llegar a lo más alto en su profesión.
A propósito de la docencia que imparte, agrega, “Ha sido una gran experiencia tener alumnos de todas partes del mundo, de todas las edades, cada vuelo es diferente para mí”.
La historia de este joven piloto, se inició en su infancia, cuando de niño jugaba con aviones y en su inocencia no imaginaba que sus ilusiones infantiles de volar aeroplanos, le estaban abriendo el camino para ganarse la vida con el oficio de aviador.
“Crecí aprendiendo todo lo que tenía que ver con aviones, todos mis juguetes eran aviones, tuve mi primer simulador de vuelo a los 8 años. Allí pasaba alrededor de 5 horas diarias; quería que todo mi entorno fuera aviación, contactaba escuelas de vuelos desde los 11 años”.
“Mi adolescencia estuvo llena de visita a museos de aviación, entrevistaba a varios pilotos conocidos, visitaba aeropuertos sólo por diversión. En fin, me pase todos los años de secundaria, queriendo que llegara el día de poder empezar mi entrenamiento de piloto. Al terminar la secundaria, con sólo 16 años, inicié el curso de piloto privado en Valencia, Venezuela”.
Cómo todo el que acaricia el éxito, Javier sigue teniendo planes y sueña con nuevas hojas de ruta “Mi siguiente meta es volar aviones de una línea aérea como American Airlines”.