Eduardo Orozco / eorozco45@gmail.com
Este 6 de diciembre se pone a prueba el nivel de aceptación o rechazo del régimen de Nicolás Maduro en las controversiales elecciones convocadas para renovar el parlamento venezolano.
Es un primer acto de un enfrentamiento que definirá las opciones políticas del país hundido en una crisis social y económica sin precedentes en la historia de Venezuela.
Casi 21millones de venezolanos están llamados a votar para elegir la nueva Asamblea Nacional donde los ciudadanos podrán escoger a 277 diputados, 110 más de los que había hasta hoy, entre las circunscripciones, las listas regionales y la nacional.
La oposición formal al régimen liderada por la Asamblea Nacional convocó, a su vez, una Consulta Popular a realizarse del lunes 7 al 12 de diciembre. Este es el segundo acto, cuyos resultados completarán los rasgos del nuevo cuadro político venezolano, controlado durante 20 años por un régimen autoritario de izquierda, primero con Hugo Chávez y, ahora, con Nicolás Maduro.
El periodista especializado en temas electorales, Eugenio Martínez, afirma que ”Lamentablemente estamos ante dos eventos que no convocan a la mayoría de los venezolanos. Son procesos para que dos minorías ratifiquen la estrategia de sus líderes; pero no para intentar encontrar una solución al colapso de Venezuela.
Se refiere a la débil respuesta alcanzada por la convocatoria a las “elecciones” parlamentarias que la oposición ya ha denunciado como fraudulentas: apenas 8,6% de los venezolanos dicen estar muy dispuestos a participar en las elecciones parlamentarias.
Llamados reveladores
Deben ser muy ciertos los datos de las encuestas porque explicarían algunas frases de altos voceros del régimen. EL propio Maduro dijo en una alocución televisada que “si la oposición gana las parlamentarias yo renuncio inmediatamente, el mismo domingo”. Se refería a sectores que se dicen opositores que participan en las parlamentarias. Con su declaración Maduro busca animar a votantes opositores a participar en el evento.
En esa línea se produjo el llamado desesperado de Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien amenazó en un mitin en el estado Zulia y luego en Bolívar, que “El que no vote, no come, se le aplica una cuarentena ahí sin comer”.
Pocas horas después fue Iris Valera, exministra de Servicios Penitenciarios quien envió un mensaje a los gerentes y directivos de este Ministerio ordenándoles despedir a todos los empleados que no participen el domingo 6 de diciembre en las elecciones parlamentarias convocadas por el chavismo.
Moderado optimismo
Por otra parte, los partidarios de la Consulta Popular, aunque tienen mejores cifras en las encuestas, tampoco han logrado la alta aceptación de otros eventos.
Según la firma Consultores 21 hay un 40% de intención para participar en la Consulta Popular, hace una semana. Los organizadores de la Consulta señalan que la intención a participar ha ido aumentando a medida que se extiende la información tanto en Venezuela como en el resto del mundo.
Durante la juramentación del Comité Organizador de la Consulta, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y Presidente Interino de Venezuela, aseguró: “Está en nuestras manos, en esta encrucijada, tomar el camino correcto. Levantar el espíritu y la voz en cada uno de los rincones de Venezuela”.
Agregó que es “importante” y “poderoso” el ejercicio de la mayoría pues el gobierno en disputa de Nicolás Maduro quiere a la disidencia callada. “De nada nos sirve ser mayoría y dejarlo en casa. De nada nos sirve tener la razón, y quedarnos discutiendo entre nosotros”, indicó.
Por su parte, Horacio Medina, exgerente de Pdvsa y vocero del equipo de la Consulta Popular en el Exterior afirmó que “Nosotros vemos, un antes y un después del 12 de diciembre y, sin duda, reiteramos que proyectamos un futuro de unidad con fuerza renovada de lucha lo que permitirá reajustarnos hasta alcanzar nuestro sueño de reunificación familiar con el regreso digno de los venezolanos desde el exterior y el firme deseo de construir un país de paz, de oportunidades y de progreso.
Los resultados de la participación las parlamentarias de este domingo, sea cual sea su magnitud, están en entredicho y ya han sido desconocidos por los más de 50 países e instituciones que respaldan la Convocatoria a la Consulta Popular. No hay observadores internacionales reconocidos y, recientemente, la Unión Europea ratificó su desconocimiento a los resultados, así como, en declaración conjunta, Republicanos y Demócratas del Congreso de Estados Unidos expresaron públicamente que “La comunidad de naciones democráticas debe rechazar colectiva e inequívocamente esta última burla a un proceso electoral ilegítimo. El único camino creíble para resolver la prolongada crisis política de Venezuela provendrá de unos comicios legislativos y presidenciales que verdaderamente cumplan con estándares internacionales”,
Habrá que esperar hasta el 13 de diciembre los resultados de la Consulta para confrontar resultados y su impacto en la estrategia futura y en el liderazgo de las fuerzas políticas opositoras