“Entre 2000 y 2020 hubo más de 100 mil protestas en Venezuela, lo que evidencia que, a pesar de la represión, de la impunidad y del progresivo desmantelamiento de las instituciones, no se ha podido silenciar el ímpetu de una población consciente de sus derechos constitucionales que se expresa ante la falta de respuestas del Estado.”
Así comienza la presentación de este importante documento sobre las protestas en Venezuela editado por Alejandro Hernández con redacción de Olgalinda Pimentel R. y Alicia González que se puede leer completo en https://lagranaldea.com/report/protestas/
En un esfuerzo periodístico por rescatar la memoria histórica del país se presenta una compilación rigurosa de datos y cifras relacionadas con las manifestaciones hechas por los venezolanos, tanto políticas como de otra índole, desde el 2000 hasta junio de 2020, coincidiendo con el periodo durante el cual el chavismo ha ejercido el poder en Venezuela, primero a través de Hugo Chávez y luego de Nicolás Maduro.
Aun cuando Venezuela lleva lustros en una severa crisis económica, dos años en hiperinflación y al menos cinco en una Emergencia Humanitaria Compleja, bajo un régimen estatal de férreo control social, el 35% de las 110.015 protestas que se vivieron en estas dos décadas son de naturaleza política y especialmente en reclamo por la violación de derechos ciudadanos.
En la medida en que el lector avance podrá ver la evolución en el tiempo de esta permanente expresión ciudadana en las estadísticas reportadas año a año en una barra navegable que contiene dos décadas de datos y, en paralelo, el recuento de algunos hitos que marcaron la historia nacional, compendio que en verdad es una representación viva de tantas voces que se han hecho escuchar con consignas como “con mis hijos no te metas” y “ni un paso atrás”, que todavía retumban en quienes permanecen en el territorio y en esos más de 5 millones de venezolanos que dejaron el país debido a la persecución, la crisis y la falta de oportunidades.
Navegar esta entrega permite recordar esas luchas constantes de un país que se niega a ser silenciado, lo que abre el espacio para el estudio y para hacer una interpretación adecuada de esta realidad por parte de los distintos sectores de la vida nacional y de sus líderes, si realmente quieren estar a la altura de los ciudadanos.