Las elecciones en USA y los venezolanos

Luis Aparicio / leapariciom@gmail.com

 Ha finalizado el proceso electoral (aunque se mantiene el conteo de votos y latente una revisión) sobre el cual el mundo tenía toda su atención, y no es porque en otras oportunidades así no fuera. Este proceso trajo muchas sensaciones y sobre todo aprendizajes para todos los demócratas.

La cantidad de votantes que presentaron su opinión es la prueba de que el populismo, al menos en los países donde funcionan las instituciones y existe un gran respeto por la Constitución, no logrará avanzar con estos nuevos liderazgos que se esconden bajo el aura de quien va a alcanzar los anhelos de todos con falsas promesas o mentiras.

los venezolanos siguen en ese empeño por la pelea entre los unos y los otros, continuando con la vieja creencia del gendarme Necesario, lo que nos ha costado la desaparición de la democracia

Todos los venezolanos recuerdan aquello de que “las condiciones estaban dadas”; “que hay una sorpresa a la vuelta de la esquina” y sobre todo que “todas las opciones estaban sobre la mesa”. Esas palabras eran melodía para muchos, puesto que se trataba de salir de quien mantiene tiranizada a Venezuela, junto a su camarilla. Sin embargo, no hubo más allá que unos gritos contra Maduro y ciertas ayudas financieras, mientras que la situación en Venezuela se hizo más grave por la combinación de la ineficiencia y corrupción del régimen que la gobierna y unas medidas que han terminado por acelerar la crisis humanitaria más grave de todo el continente americano.

Por otro lado, los venezolanos estaban muy involucrados en el proceso electoral, bajo la apuesta y creencia de que había que seguir ayudando a Venezuela. Por eso no se podía destacar algún aspecto positivo de Biden, porque de inmediato aseguraban que era un comunista, un hombre con un sueño permanente o bobo, hasta llegar a calificarle de pedófilo. Incluso, hoy vemos de nuevo aquellos cuentos de: “es que una señora amiga o familia de una amiga muy cercana, tiene pruebas de que le robaron el voto”, o “las pruebas ya están en la Corte, y no son tontos para mostrarlas”. Así fueron tejiendo la madeja de historias muy familiares, puesto que ya estamos como expertos en todas ellas.

Mientras los venezolanos continúan en ese empeño por la pelea entre los unos y los otros, continuando con la vieja creencia, al parecer muy viva aún, del gendarme Necesario, del Caudillo con poderes y dones especiales o del líder carismático para salvar al país, y que nos ha costado la desaparición de la democracia, por cierto; Joe Biden, continua su camino a la Casa Blanca trabajando para la conformación de su gabinete y manteniendo una postura de estadista ante las circunstancias y acusaciones.

En la anterior entrega dije que cualquiera que resultara favorecido por el voto estadounidense, debía modificar su estrategia ante la situación venezolana. Por eso de él (Biden), yo en lo personal, espero que tenga una estrategia diferente para con Venezuela. Que su experiencia como encargado para los asuntos de América Latina en la gestión de Obama, le permita tener mayor claridad en su política hacía ella, sobre todo hacía Venezuela. Que haya más uso de la política y no de la confrontación que ningún resultado ha arrojado.

 Esto, creo, es el sentimiento de muchos otros venezolanos. Mientras que otros, al parecer, olvidan que, a diferencia de Venezuela, en los Estados Unidos hay instituciones en pie y una Constitución fuerte, que garantizan que las aguas vuelvan a su cause en ese país.