Gustavo Oliveros / gustavooliveros4@gmail.com
Si matas a la gallina de los huevos de oro, tienes que estar dispuesto a enfrenta en un futuro a los polluelos. Y aunque esos polluelos sean hermanos, lo más seguro es que no actuaran como una familia unida, cuando de ambiciones se trata y el oro lo acapara el asesino de quien los parió. Suena a metáfora y lo es.
Quién mejor que el comandante Francisco Arias Cárdenas, hoy embajador de Venezuela ante el gobierno de López Obrador, para hacerse eco del párrafo anterior. Pero no solo él fracasó en el intento de hacer un sancocho con la prestigiosa gallina; muchos otros pasaron por debajo cuerda con el cuello de la plumífera guindando… Son muchos los casos de estos millonarios al estilo del testaferro colombiano detenido en Cabo Verde, otros siguen piando desde una cárcel en los Estados Unidos. Uno de ellos pasó agachado y vive en los predios de Donald Trump a sus anchas. La justicia no lo alcanza a pesar de que fue este gobierno que le incautó cientos de propiedades con un valor aun inestimable en millones de dólares, luego de una orden de allanamiento procedente de la Fiscalía y ejecutada por el Servicio bolivariano de inteligencia, revelando el gallinero completo ante la opinión pública mientras el gallo mayor huía despavorido.
Son muchos los casos de estos millonarios al estilo del testaferro colombiano detenido en Cabo Verde, otros siguen piando desde una cárcel en los Estados Unidos. Uno de ellos pasó agachado y vive en los predios de Donald Trump a sus anchas.
Tania Vladislova, una mujer de temer cuando le maltratan a un hijo, y quien a pesar del nombre no es rusa y su apellido, Rodríguez, la delata como caraqueña de pura cepa, vivió un largo tiempo en Anzoátegui, un estado cuya prosperidad le llegó con el auge petrolero, sus fábricas de cemento y sus playas paradisiacas, propensas al desarrollo turístico. Tiempos aquellos de gallinas gordas cuando el narcotráfico aún no hacía presencia. Allí ella pasó las de Caín al enfrentarse a la mafia portuaria dirigida por el mismísimo alcalde de la población de Guanta. Ante el acoso, por sus denuncias, tuvo que emigrar, pero al igual que las madres de mayo en Argentina, guardó el expediente del burgomaestre como un trofeo inservible de una justicia ciega, vendida ante los bienes que se le incautaron una vez que desapareció dejando un rastro tan grande como el del botín que le permitirá vivir a sus anchas el resto de sus días.
Sin embargo, Tania Vladislova no se dio por vencida (será un gen “Putinesco”), y desde hace unos tres años no cesa en su intento por ver a Jonathan Marín tras las rejas como ha sucedido con otros testaferros y personajes sombríos del gobierno venezolano, alcanzados por la justicia estadounidense, aunque jugando al perseguido político haya buscado asilo para burlar la justicia desde el 2017. El expediente en cuestión, archivado bajo el número 0043-15/4/17.R1.-08, detalla todas las propiedades incautadas cuyo monto se estima en 500 millones de dólares y se queda corto. En él se mencionan varios centros comerciales, una red de farmacias, varios yates y vehículos todo terreno, tres centros médicos ubicados en las zonas de Lechería y Puerto La Cruz, once galpones en el aeropuerto, varios desarrollos agro-turísticos, contratos millonarios con PDVSA gas, y una docenas de parcelas que superan los 70 mil metros cuadrados para desarrollos habitacionales.
Bastaría que un curioso colocara el nombre de Marín en uno de los buscadores de internet para que aparezca un prontuario que deja al propio Vito Corleone, el personaje de Mario Puzo, en su novela “El Padrino”, como un niño de pecho, aunque en este caso se sustituya la cabeza ensangrentada de un caballo sobre la almohada de su enemigo, por un pescuezo de gallina con la cresta roja erizada en señal de chantaje. Quizás sea esta última palabra la que le permitió huir y vivir a sus anchas en Miami sin piar como los otros polluelos. Al menos hasta ahora.
Lo curioso de este personaje es que cada 26 de septiembre pareciera una fecha conmemorativa de su ¿escape?, porque de algún lado salta la liebre para denunciar el atraco descarado a la nación que como burgomaestre, llevó a cabo en su tiempo de estar gobernando el municipio de Guanta. Las teorías son muchas y las sospechas de que todas sean ciertas forman parte, a estas alturas, del inconsciente colectivo. Pero cuando la conciencia individual regrese al redil o al gallinero, Jonathan Marín tendrá que rendir cuentas ante la justicia venezolana o piar más que los otros polluelos ante la justicia norteamericana, si es que de un momento a otro, se descubre su paradero, o también que la interpol demuestre su incapacidad, en la búsqueda de lavadores de dinero.
Lo que aún falta por clarificar es el destino de los millonarios bienes incautados por el Estado. Ningún organismo está enterado en manos de quién se encuentran, si fueron subastados, vendidos, adjudicados, bonificados, o desaparecidos porque pareciera que en este caso, las manos del Estado se lavaron como las manos de Pilato.
Pero esto apenas es un botón de los miles de miles de millones “perdidos” en los grandes bancos europeos y norteamericanos, hoy en la mira de los organismos policiales, luego de la investigación hecha por un grupo de periodistas en donde se reveló que se hicieron los polacos con el lavado de grandes cantidades de dinero de dudosa procedencia: HSBC, JP MORGAN, DEUTSCHE BANK STANDARD CHARTERED y BANK OF NEW YORK MELLON. Habrá que preguntarle a Jonathan Marín, en cuál de todos ellos tiene depositadas sus cuentas millonarias. Mientras tanto, aquí, en Venezuela, Tania Vladislova Rodríguez, seguirá esperando que algún día se haga justicia, porque si bien hasta ahora ha sido ciega y sorda, muda no se quedará mientras ella tenga voz, y cada 26 de septiembre pueda alzarla ante la opinión pública, al menos para que nadie le siembre drogas a un hijo con el fin de chantajear a una madre para callar su grito de justicia.
Nota: Desde el pasado 26 de septiembre del 2019 no se tiene información de su paradero. La última vez que se le vio muy horondo fue paseando por la zona conocida como The Bond Brickell en Miami. ¿Será que se encuentra piando en alguna sede del FBI?...En fin como dice el dicho, el polvo jamás se asienta.
09/26/2020