Mireya Rodriguez / carmenmireya.rodriguez@gmail.com
Muchos viven esta época como una donde se ha hecho añicos una visión del mundo que les daba el mínimo de seguridad para vivir. Ya conocían sus rutinas, sus desventajas y algunos de sus atajos. Ese mínimo daba para tejer futuros y lanzarse-solos o acompañados- en la cuerda floja de la vida.
Como toda paradoja, lidiaban sin saberlo con una “incertidumbre probable” y eso les bastaba para construir sus sueños y vivirlos. Y llegó el 2020, acompañado de un virus que –al igual como ocurre con las computadoras- hackeó y borró la mayoría de los programas vitales de la mayoría de la población y sus gobiernos en todo el Mundo.
Asi, de manera acelerada, se ha pasado de una incertidumbre probable a la incertidumbre total, con la caída de los paradigmas económicos (parálisis de la producción), sanitarios (cuarentena), sociales (confinamiento), laborales (teletrabajo) y sentimentales (distancia social),
Esta incertidumbre es vista como sinónimo de caos, ya ha dejado a la gente sin mayores referentes externos para reconstruirse.
Como siempre, frente a un mismo reto son diversas las respuestas adaptativas de las personas, las cuales variarán de acuerdo a los recursos cognitivos y emocionales que cada uno haya podido acumular. Estos recursos son hoy las más valiosas herramientas para rehacerse, al menos internamente.
¿De veras existen esas herramientas? Pues sí, y acá les mencionaré el menos tres de ellas. La primera es de tipo conceptual, la segunda es emocional y la tercera es más conductual.
1. Herramienta conceptual: el reencuadre
> El reencuadre es una utilísima herramienta que proviene de la PNL e implica que la persona reinterpreta la situación que vive como problemática, sustituyendo el marco desde donde la está interpretando y buscando la solución desde un nuevo marco. Un ejemplo de reencuadre: el caos no es algo negativo, tiene un orden implícito que hay que descubrir. De hecho, la naturaleza oscila entre el orden y el caos, y nosotros no somos la excepción. Significa que somos seres caórdicos y nos toca aprender a aceptar esta realidad.
2. Herramienta emocional: gestionar situaciones extremas
> Una vez realizado el reencuadre mental será necesario darle el espacio emocional a este aprendizaje. Implica-cuando menos- aceptar que en una primera fase pasarás como un carrusel entre el miedo, la frustración y hasta la parálisis. Es insoslayable vivirlas hasta aprender a gestionarlas y fluir en lo que será tu nueva zona de equilibrio. Como herramienta adicional, también puedes adquirir el hábito de buscar lo positivo de cada situación que consideres negativa asi como lo negativo de lo que crees es positivo. Eso ayudará mucho a encontrar tu zona de equilibrio.
3. Herramienta conductual: nuevos hábitos, nuevas realidades
Si has hecho el reencuadre y si emocionalmente te has preparamos para fluir entre situaciones caórdicas necesitarás nuevos hábitos y competencias para crear, innovar o replicar las soluciones que estás buscando ¿Cuáles?: organízate, autorregúlate, suelta, prémiate, acompáñate de valores, de humor y de aceptación de tí mismo/a y de lo que estamos viviendo.
Estas tres herramientas no te darán certezas, eso ya no es posible. Como proceso, puede ser un poco enervante. No siempre será fácil ni agradable. Pero si te proporcionarán la dosis de tranquilidad necesaria para pensar en medio de una tormenta. Y si la naturaleza funciona así, TÚ también puedes. ¡!Sincronizate!!.