Carlos Roa / carlosroa1@gmail.com
Cuando ya se terminó el trabajo de campo, los profesionales del Censo 2020 de Estados Unidos están solicitando más tiempo para procesar la data, debido a que todo el calendario fue afectado por la pandemia. La actual administración estadounidense niega ese reajuste del calendario. ¿Qué consecuencias podría traer esa situación?
Una videoconferencia con representantes de agrupaciones que representan a diversos grupos civiles concluyó que el no otorgar el tiempo necesario al procesamiento de la data puede traer consecuencias negativas para el país.
El grupo en cuestión estuvo conformado por Vanita Gupta, directora ejecutiva de la Conferencia de Líderes sobre Derechos Civiles y Humanos (Leadership Conference on Civil and Human Rights); Arturo Vargas, de la Fundación Naleo; John Yang, director de Asian Americans Advancing Justice (AAJC); Marc Morial, presidente y CEO de la Liga Nacional Urbana. (National Urban League); Kevin Allis, director ejecutivo del Congreso Nacional de Indios Americanos (NCAI) y John Thompson, quien fue director de la Oficina del Censo de Estados Unidos de 2013 a 2017.
Los voceros mencionados hicieron un llamado al Congreso para que actúe ante esta situación, ya que consideran que no se puede hacer en 6 semanas un trabajo que debería llevar 6 meses. Coincidieron en afirmar que se debe contar a todos, especialmente a los más vulnerables.
Plantean que postergar la fecha de cierre es la acción más importante que puede hacer el Congreso y debe hacerlo el cuerpo legislativo actual y ya mismo, porque el tope planteado para entregar el trabajo es diciembre 31.
Vargas, Allis y Gupta creen además que un nuevo gobierno tendrá que ocuparse de restablecer la integridad de la oficina del censo.
“La meta actual es imposible”
“La administración actual ha repetido esfuerzos para negar el tiempo necesario al conteo del censo, desestimando a los expertos a cargo y creando caos en esta labor”. La afirmación pertenece a Vanita Gupta. Apunta que “El censo 2020 no ha terminado, es un error pensar eso”. Y aclara que solamente terminó la etapa de recolección de la data. “Esto implicó visitas a 115 millones de hogares, miles de viviendas colectivas, a hogares temporales como parques de remolques e incluso, contactar a gente sin hogar”.
Ahora el proceso se movió a la próxima fase. La experta explica que esto comprende una compleja serie de actividades especializadas para revisar la exactitud de la data. “Es un trabajo crucial, cuyo tiempo no puede ser recortado”. Considera que el 31 de diciembre de 2020 –la fecha originalmente pautada para entregar el trabajo– es una meta imposible de cumplir para entregar revisión, proceso, tabulación y reporte.
“Para la Oficina del Censo es vital contar con un margen adicional. No hacerlo y presionar los tiempos, puede arrojar graves errores en la data, según arroja un documento interno de la oficina del Censo”, revela Gupta.
Es por eso que Gupta llama al Congreso a tomar acción urgente para postergar la fecha límite por 120 días. “La Oficina del Censo necesita más tiempo con urgencia”, concluyó.
Trabajo por delante
John Thompson, quien planificó buena parte del actual censo, afirma: “ Queda mucho trabajo por hacer. La oficina necesita producir indicadores de la calidad del censo”.
Señala que un censo inexacto conduce a representación inexacta de la población a través de sus autoridades. Y recuerda que del mismo dependen 1,5 trillones de dólares que deben ser distribuidos en forma proporcional a la representación de los ciudadanos, para atender las más diversas necesidades.
Le inquieta que los cinco meses del procesamiento de datos se hayan reducido a apenas 2 meses y medio. “Hay que eliminar las duplicaciones, así como también identificar las autorespuestas con errores. Deben asegurarse de que los programas de computadoras están corriendo adecuadamente”.
“Subregistro histórico de latinos”
Arturo Vargas asegura que “Nunca ha habido un conteo adecuado de los latinos”. Agrega que ha habido obstáculos para ello en todos los censos y considera que existe una intervención política en el censo actual.
Señala que “El COVID-19 ha afectado desproporcionadamente a los latinos, lo cual ha hecho que las áreas hispanas respondan en menor proporción”. A esto agrega los fuegos en California y los huracanes en estados como Florida y Texas, todos son estados con gran población latina y estos factores han incidido en una menor respuesta.
Vistas todas las barreras existentes, cree que no es verdad que se haya completado el 99% del censo. “Se han tocado las puertas, pero no sabemos si fue hecho adecuadamente. Ni siquiera sabemos si están incluidas todas las direcciones de latinos en EEUU”.
“Preservar los estándares”
John Yang advierte que un subconteo significaría escuelas y hospitales sobrepoblados, menos transporte público del necesario y tráfico, entre otros contratiempos.
Afirma que la administración Trump ha complicado el censo por asuntos puramente de política partidista.
Como ejemplo de lo que dice, asegura que “Es ilegal excluir a indocumentados, la constitución aclara que el censo va dirigido a todas las personas que viven en el país”.
Explica que “Trabajamos muy duramente para concientizar a nuestras comunidades en la importancia de su participación”. recuerda que “Hay un estándar para evaluar y mantener la calidad de la data y esto debe ser preservado sin interferencias externas”.
“Equipo técnico, no político”
Marc Morial explica que “Este verano iniciamos una acción legal representando a organizaciones civiles y gobiernos locales para que no se apresurara el censo”. Dicha acción fue contra el secretario de comercio Wilbur Ross y el director del censo, Steven Dillingham. Ganaron en la Corte del Distrito Norte de California y también en la Corte Federal de Apelaciones.
Sin embargo, la Corte Suprema falló en su contra. Morial considera que “Se han unido a la conspiración para interferir con el censo y engañar a los estadounidenses”.
Agrega que todas estas acciones no tienen precedentes y atentan contra un conteo adecuado. “Y la corte suprema ha ayudado, facilitado, han contribuido a la conspiración” dice el vocero. Además considera que “La pregunta sobre ciudadanía demuestra que la interferencia política ha estado ahí desde el principio”. Para él, son acciones sin precedentes.
Morial recuerda que siempre ha estado en juego el conteo exacto de la población afroamericana. “Muchas comunidades como las de Detroit ni siquiera han alcanzado la respuesta por iniciativa propia del censo 2010”.
Advierte que esto tendrá un efecto devastador sobre el futuro de la nación, “especialmente sobre niños y jóvenes de color, inmigrantes y hombres afroamericanos; así como sobre quienes residen en lugares afectados por el COVID-19 o por tragedias naturales como huracanes”.
La invisibilidad de los indios nativos americanos
Kevin Allis habló a nombre del Congreso Nacional de Indios Americanos (NCAI) la mayor y más antigua organización de indios americanos. La agrupación nació en 1944, justamente a raíz de un asunto electoral: los indios estadounidenses no podían votar en los estados de Nuevo México y Arizona.
Allis reclamó: “Nuestra comunidad es generalmente invisible para la mayoría del país. Solamente nos ven porque servimos inadecuadamente como mascotas para equipos deportivos”. Y prosiguió: “Muchos no saben que nuestras reservas existen aún hoy”.
Recuerda que Estados Unidos prometió cuidar de las necesidades de las naciones tribales a cambio de la entrega de millones de acres de tierra que pasaron a manos de la nación.
El experto señala que el país nativo americano es tradicionalmente muy desconfiado. “Hubo que trabajar para involucrar a las tribus en asuntos cívicos. Tuvimos que explicarles por qué tenían que responder preguntas que ellos consideraban muy personales, por qué habría personas que tocarían a sus puertas. Se necesitaron tiempo y recursos para hacerles sentir más cómodos”.
Le inquieta que “Se necesitan 5 meses para procesar la data y ahora se pretende que se haga en tres”. Recuerda también que “La data debe ser privada y ajustada. Estamos preocupados por eso”.
Y concluye: “Este país tiene la obligación de comunicarse con la comunidad india nativa americana y encontrar soluciones para ella. Los indios americanos merecen ser visibles, merecen ser escuchados”.