Nueva cepa del virus, aparecida en Inglaterra, es más contagiosa

La nueva cepa del coronavirus SARS-CoV-2, técnicamente llamada B.1.17, se ha extendido rápidamente en Inglaterra desde septiembre y llevó ayer a varios países europeos a suspender vuelos con el Reino Unido.

En reporte del periodista Josep Corbella, de La Vanguardia, España, informa que la nueva cepa es más contagiosa. “Según una primera estimación basada en modelos matemáticos, la nueva cepa eleva el número R de reproducción del virus en 0,4. Esto significa que en Catalunya, donde el número R está actualmente en torno a 1,5, esta cifra se elevaría a 1,9 si la nueva cepa fuera dominante en este momento.

El Gobierno español, de manera coordinada con Portugal, anunció que suspende, desde el martes, las entradas en territorio español de ciudadanos procedentes de Reino Unido, salvo nacionales o residentes en nuestro país. Hasta el domingo, Madrid apostaba por mantener las fronteras españolas abiertas y exige una prueba PCR a los viajeros procedentes de las Islas Británicas.

La nueva cepa del virus presenta numerosas mutaciones genéticas respecto a las cepas que circulaban anteriormente. La mayoría de estas mutaciones se concentran en la proteína S, que el virus utiliza para unirse a las células del cuerpo humano e infectarlas. Algunas de estas mutaciones tienen el potencial para aumentar la contagiosidad del virus. Varias de ellas se habían identificado anteriormente en otras cepas del virus. Nunca se habían encontrado juntas en una misma cepa.

El hecho de que un alto número de mutaciones coincidan en una misma cepa sugiere que evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas, lo que dio al virus tiempo suficiente para adaptarse y acumular cambios genéticos. El equipo científico que lo ha identificado propone, como hipótesis, que esto pudo ocurrir en un paciente inmunodeprimido.

Nada hace suponer en este momento que la nueva cepa del virus cause una forma de Covid más grave que las cepas anteriores. No se ha detectado un incremento de hospitalizaciones ni de casos graves en las zonas de Inglaterra más afectadas por la cepa B.1.1.7, más allá del aumento debido al mayor número de casos.

El control de la epidemia depende de la contagiosidad del virus y de las oportunidades que se le dan para contagiar. Si la contagiosidad aumenta, para mantener el mismo nivel de control, es necesario reducir las oportunidades que tendrá de causar contagios. Esto significa que será necesario introducir medidas de control más estrictas para mantener el mismo nivel de control. En el ejemplo de Catalunya, las medidas introducidas para controlar la segunda ola a mediados de octubre, que incluyeron el cierre total de la restauración, redujeron el número R a alrededor de 0,7. Si la nueva cepa del virus eleva la R en 0,4, aquellas medidas hubieran sido insuficientes para controlar la segunda ola, ya que no hubieran conseguido reducir la R por debajo de 1.