Redacción. A cinco días después del derrumbe de un edificio en el sur de Florida, el saldo de muertos subió a 10, anunció este lunes la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine, quien agregó que 151 personas siguen desaparecidas. Las cifras aún eran "muy cambiantes y seguirán cambiando".
Dos venezolanos están entre los fallecidos en el colapso del edificio Champlain Towers en Surfside, Florida, informaron las autoridades mientras los equipos de rescate dicen que todavía pueden encontrar a sobrevivientes entre los escombros, una esperanza a la que los familiares se aferran, aunque nadie ha sido encontrado vivo desde el jueves que colapsó la estructura.
Hay que rezar
Andy Alvarez, funcionario del Departamento de Bomberos, dijo el lunes en el programa ‘Good Morning America’ de la ABC que los rescatistas han logrado encontrar algunos huecos en los escombros, principalmente en las áreas de sótanos y estacionamiento.
El edificio estaba siendo remodelado y se había hundido ligeramente, al menos en la década de 1990, según un estudio, mientras siguen los interrogantes sobre las causas de la tragedia.
El edificio estaba en proceso de renovación, en particular en el tejado, siguiendo las leyes del condado que lo exigen cada 40 años, dijeron las autoridades locales el jueves por la mañana, que descartaron que esas obras pudieran haber causado el desastre.
La atención se centró entonces en un estudio de 2020 que mostraba que el edificio sufrió un hundimiento "muy sutil" en la década de 1990, a un ritmo de unos 2 milímetros al año entre 1993 y 1999.
Sin embargo, uno de los autores del estudio, Shimon Wdowinski, profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU), dijo a la CNN que no sabía "si el colapso era predecible".
"Por sí mismo, el hundimiento no provocaría el colapso de un edificio", explicó su universidad en un comunicado parafraseando al investigador.
Los expertos que han examinado las imágenes de vídeo del desastre en las afueras de Miami se centran en un punto de la parte más baja del complejo de condominios -posiblemente en el estacionamiento subterráneo o debajo de él- donde un fallo inicial podría haber desencadenado una avalancha estructural.