Josué D. Fernández / https://about.me/fernandez.josue
El asunto de las culpas puede resultar antagónico según se mire desde regímenes donde se considera que "nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario"; en comparación con la norma de tiranías comunistas o de otras especies en las que "todos son culpables hasta que éstos demuestren lo contrario".
En palabras distintas, Isaac Newton nunca habría observado la ley de la gravedad si hubiera esperado por ver la culpa caer al suelo -como asegura un chiste de "reality show"-, porque la verdad seria que ella flota en el aire tanto en la justicia transparente como en las sentencias a oscuras.
Antes
Una de las primeras comprobaciones del dominio del más fuerte ocurrió cuando el hombre primitivo se encontró dentro al abrir pescados, antes de comerlo, otros pececitos aún sin digerir. La cara se le iluminaría al descubrir igualmente que era totalmente natural el acabar con los más débiles para el beneficio propio.
Sin embargo, aquella dicha de ventajismo y abuso en el plano humano se complicaría un poco alredor del 3000 a.c., con la aparición del Código Hammurabi y la "ley del talión". Se pretendió, sin éxito, "regular la vida social y económica en todos sus aspectos, estableciendo un riguroso e implacable sistema penal, basado por lo general en la "ley" del “ojo por ojo, diente por diente”.
Ahora
Vacíos jurídicos, omisión de algún procedimiento procesal, peso relativo de atenuantes sobre agravantes, corrupción o soborno, manipulaciones de jurados, casi siempre dejan rendijas a través de las cuales se ven reos injustamente condenados, o puestos en libertad, tras superar los trámites en cuestión.
En síntesis,. antes, durante e incluso después de salir del estrado, la visión de la sociedad sobre el bien y el mal vendría determinada por quienes ostentan el poder, en un sentido similar a "La historia la escriben los vencedores", en alguna de sus distintas formas.
Adelante
Para combatir la ley del más fuerte hace falta mucha maña para no morir en el intento. Resulta difícil vencer artimañas, en su proceso de permanente autoregeneracion, alentadas por la supervivencia a fuerza de ventajismos, y perversidades en el ambito judicial.
Fortificar el cuerpo siempre será necesario como paliativo de incomprensibles condenas o perdones sorpresivos. Estómago sobre todo, a la par de músculos, cerebro y corazón, todos demandan máxima atención para evitar perder el pellejo antes de que sea tarde.