Eduardo Orozco / eorozco45@gmal.com
El triunfo opositor en Barinas, por segunda vez, no solo es un demoledor golpe a la mandíbula del régimen madurista, sino una demostración clara de la fuerza de los ciudadanos cuando se enfrentan valientemente unidos a todo el obsceno poder del Estado.
La victoria de Sergio Garrido, con una ventaja de más de 40 mil votos, viene a confirmar la ruptura definitiva de cualquier lealtad al régimen en la llamada “cuna de la revolución” que durante 22 años convirtió al estado natal de Hugo Chávez en un feudo impenetrable.
La victoria fue tan inapelable que el propio Arreaza, candidato del régimen, reconoció su derrota en un mensaje de su cuenta en twitter a las 8:48 de la noche del domingo.
Recordemos que estas elecciones se repiten por decisión de la Sala Política Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con la sentencia # 79-2021, con fecha 29 de noviembre de 2021,
Muchas lecturas nos dejan estos resultados por la Gobernación de Barinas. En primer lugar hay que poner de relieve el estruendoso fracaso del proyecto “revolucionario” en una región llamada a ser emblemática en el país, llena de logros, un ejemplo del “proceso” de cambios ofrecidos por el chavismo.
No se puede dejar de llamar la atención sobre la desviación nepótica que caracterizó la gestión de la familia Chávez utilizando los, cada vez más reducidos, recursos del poder para el despilfarro y el pillaje.
Toda esa frustración logró ser canalizada por un equipo opositor que supo reaccionar a tiempo con una propuesta unitaria y sólida que logró el primer triunfo el 21 de noviembre. Y consistentes con esa actitud supieron responder, nuevamente, a las maniobras del TSJ y de Maduro sellando su derrota definitiva este 9 de enero.
Hay otra lección que debe ser asumida por los sectores opositores y debe marcar los nuevos rumbos de la estrategia para cambiar de gobierno y recuperar la democracia: con votos es posible derrotar al régimen, con votos y unidos. En cifras aproximadas podemos decir que el 21 de noviembre habían 3 mil cargos en disputa. El chavismo presentó 3 mil candidatos y la oposición 67 mil.
Son dos aspectos importantes sobre el tema electoral que dejaron en claro estos resultados: hay que participar… y participar unidos!. Ya lo demostró el Zulia el 21 de noviembre y lo viene a ratificar en voz alta y clara el pueblo de Barinas: participar unidos.
Las verdades, en política, se van construyendo con humildad, sacrificio y tenacidad. Quienes esperaban una señal contundente sobre el camino electoral como una vía para erradicar el totalitarismo ya la tienen nítidamente clara. Ya no es una “tesis”, una esperanza. Es una verdad que compromete al liderazgo democrático a actuar en consecuencia.