Luis Eduardo Martínez / rectorunitec@gmail.com
Más de la mitad de los estadounidenses registrados para votar lo han hecho ya, en una masiva movilización que promete batir todos los records de participación electoral en las últimas décadas.
“Esta es la elección más importante de la historia de los Estados Unidos” dijo Trump al clausurar la convención republicana mientras que, en la demócrata, Hillary Clinton expresó "Voten como si nuestras vidas y nuestras formas de vida dependieran de ello, porque así es". Biden por su parte ha reiterado hasta el cansancio que de lo que se trata es de ganar “la batalla por el alma de la nación”.
A poco del 3 de Noviembre cuando se cierren los recintos de votación y se inicie lo que puede ser un largo conteo que lleve días incluso semanas, sin descartar la posibilidad que la disputa termine en la Corte Suprema, ahora escorada, o hasta en la Cámara de Representantes, la cual elegiría al Presidente si para el 20 de Enero del 2021 no hay una decisión definitiva, los pronósticos se multiplican.
Encuestas, expertos, modelos, medios de comunicación, apuestas, anticipan la victoria de Joe Biden pero muchas voces se alzan recordando que a esta misma fecha cuatro años antes, Donald Trump figuraba atrás en cualquier predicción lo que si bien es cierto se salta el que las diferencias eran bastante menores que las actuales.
El promedio de las encuestas nacionales da a Biden el 50,1 % de las preferencias contra 43,3 % de Trump lo que pareciera irremontable a pesar del sprint del Presidente que viene creciendo en los últimos días pero no lo suficiente para superar al demócrata. Sin ninguna duda podemos afirmar que el candidato demócrata ganará en el voto popular pero eso en Estados Unidos no es suficiente porque son los delegados al Colegio Electoral, que en realidad es por quienes ahora se está votando, los que investirán al 46 Presidente y allí están, cercanos, Gore y la propia Clinton para ubicarnos. Expertos dan 87 % de posibilidades a Biden contra 13 % de Trump; distintos modelos coinciden en 85 % por el ex vicepresidente a 15 % del presidente; los grandes medios van por Biden incluido FoxNews de probada simpatía por Trump, los apostadores dan 65 % al demócrata contra 35 % al republicano pero en definitiva el dilema se resolverá en la votación estado por estado y en especial en los denominados pendulares en los cuales las suertes han venido cambiando y la inclinación por uno u otro son tan cercanas que es irresponsable dar una opinión definitiva.
De los 270 delegados que se necesitan para alcanzar la presidencia de los Estados Unidos, Biden tiene hoy en mano –seguro/seguro diría mi abuela- 183 y Trump 60 –seguro/seguro- y esos números no cambiarán bajo ninguna circunstancia y estamos hablando que California, New York o DC votarán por amplia mayoría azul o que Alabama, Oklahoma y Wyoming lo harán rojo porque sí. Al agregar otros estados cuyos resultados es muy improbable que cambien, Biden llega a 218 y Trump a 90 con lo que aún quedan 230 delegados en disputa pero que de la rigurosa investigación, seguimiento y análisis que he venido haciendo –y ahora escribo en singular- mi opinión es que a hoy miércoles 28 de Octubre la incertidumbre pudiera reducirse a Arizona, North Carolina, Florida, Iowa, Ohio y Pensilvania que suman 99 delegados dejando en este punto a Biden a las puertas de la Casa Blanca con 261 y a Trump casi con las maletas hechas en 178.
En mi antiguo oficio aprendí a trabajar con los peores escenarios y a castigar al extremo a quienes lucían favoritos por lo que a pesar que en cinco de los seis estados mencionados en el párrafo anterior técnicamente hay un empate –Biden va adelante por reducidos porcentajes en Arizona y North Carolina mientras que Trump en Iowa y Ohio, Florida basculando- sumo sus delegados al presidente con lo que la cosa se hipercomplica al acumular los republicanos 251 delegados contra 261 los demócratas.
Preciso como si estuviese en una reunión con Trump o con Biden: el escenario más cerrado posible a la fecha es 251 versus 261 y entonces la clave está en Pensilvania, donde nació Estados Unidos.
Para Trump ser reelecto debe triunfar obligatoriamente en Arizona, North Carolina, Florida, Iowa, Ohio y Pensilvania mientras que Biden le basta Pensilvania aunque también le sirve cualquiera de los otros en duda menos Iowa.
Biden está arriba en Pensilvania pero aún no se cuenta el último voto y en política como en béisbol aplica lo dicho por Yogi Berra al finalizar el cuarto juego de la serie mundial de 1947 entre los Yanquis y los Dodgers. El legendario Bill Bevens llevó a los Dogers sin hits hasta el cierre del noveno inning. Sacado el primer out, los Yanquis comenzaron a celebrar y luego de un boleto dado vino el segundo out. Después pasó lo impensable y los Dodgers terminaron ganando 3 a 2. Interrogado por los periodistas, Berra solo atinó a murmurar: “el juego no termina hasta que se acaba”.
El 4 de Julio de 1776 en Filadelfia, Pensilvania, cincuenta y seis delegados proclamaron la independencia de los Estados Unidos sosteniendo “como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados”. El próximo 3 de Noviembre los ciudadanos de Pensilvania volverán a citarse con la historia.
@luisemartinezh