Argentina se abstuvo, a diferencia de la posición de la amplia mayoría de los países del continente que votaron a favor del documento
Canciller Argentino muy criticado por no votar la resolución.
La Asamblea General de la OEA aprobó, con 21 votos a favor, 4 en contra y 9 abstenciones, desconocer las elecciones que convoca Maduro por “La carencia de condiciones democráticas mínimas, para garantizar elecciones libres, justas y transparentes en la República Bolivariana de Venezuela”.
Se acordó condenar “las acciones del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro que socavan el sistema democrático y la separación de poderes, por medio del control del Tribunal Supremo de Justicia y usurpando las funciones constitucionales de la Asamblea Nacional de legislar en materia electoral y designar a los miembros del Consejo Nacional Electoral”.
La resolución considera que las acciones de Maduro “comprometen de manera clara las condiciones mínimas para garantizar la celebración de procesos electorales democráticos, de acuerdo con los estándares internacionales”.
Además, advierte que “el reconocimiento de las elecciones a la Asamblea Nacional de Venezuela dependerá del establecimiento de las condiciones necesarias de libertad, justicia, imparcialidad y transparencia. Garantizando la participación de todos los actores políticos y de la ciudadanía, la liberación de los presos políticos, con plazos razonables para su celebración y que cuenten con observación electoral internacional independiente y creíble”.
También la resolución hace “un enérgico llamado para la protección de los miembros de la Asamblea Nacional legítima”, e insta a que se convoquen “lo más pronto posible elecciones presidenciales libres, justas, transparentes y legítimas”.
La Argentina se abstuvo junto con otros ocho países: Barbados, Belice, Granada, Guyana, México, San Cristobal y Nieves, Surinam y Trinidad y Tobago. En contra de la resolución votaron sólo cuatro: Antigua y Barbuda, Dominicana, Nicaragua, y San Vicente y Las Granadinas.