Rodolfo Hernández: el batacazo en elecciones colombianas

El empresario que saltó a la política en las elecciones de 2015 y se alzó con la alcaldía de su ciudad contra todo pronóstico, ha venido ganando puntos en las encuestas de intención de voto y ahora disputará a Petro la presidencia de Colombia en la segunda vuelta.

Gustavo Petro: 8.432.545 (40,32%)

Rodolfo Hernández: 5.895.751 (28,19%)

Federico Gutiérrez: 4.992.085 (23,87%)

Sergio Fajardo: 879.846 (4,20%)

John Milton Rodríguez: 271.672 (1,29%)

Al parecer, la edad no ha sido obstáculo para ser el “rey del Tik Tok” como se autodenomina. En esa red social tiene videos que alcanzan hasta los 4 millones de reproducciones, ha divulgado clips en los que bromea sobre su edad (77 años), compara su cabello con el peluquín de Donald Trump y hasta posa junto a un pato. Dice sentirse mejor que tarzán.

No habían pasado 20 días de su Alcaldía cuando ya la Procuraduría estaba interviniendo para resolver la primera de una serie de disputas que sostendría el recién elegido mandatario de Bucaramanga Rodolfo Hernández con la clase política, en este caso, representada en los concejales.

Ese día, el 20 de enero de 2016, hubo una mesa de trabajo para “dirimir la confrontación entre el alcalde y los concejales” por cuenta de las reducidas facultades que le había otorgado el Concejo a Hernández para contratar en su primer año de gobierno.

El ambiente estaba caldeado por las denuncias de amenazas contra la integridad de los concejales y los malos tratos de parte del recién posesionado mandatario. Ante la intervención de la Procuraduría, tal como está documentado en un comunicado del Ministerio Público, Hernández ofreció disculpas a los cabildantes por sus “manifestaciones y apreciaciones aceleradas”, excusándose en el hecho de las irregularidades que hasta ese momento había encontrado en la entidad territorial.

Ese episodio que pudiera ser una anécdota más en el inicio de un gobierno que entró en reversa, pues derrotó a la clase política liberal que había gobernado por décadas con total comodidad, se convirtió en una escena reiterada, con diferentes protagonistas, que no cesó hasta el último día que Hernández se mantuvo al frente de la Alcaldía de Bucaramanga.

El ingeniero Hernández, como se identifica en su estrategia comunicativa para desmarcarse de la clase política tradicional, sacudió con su estilo desparpajado, frentero y populista, las urnas en las elecciones de 2015 y por una ventaja de apenas 4.470 se alzó con un triunfo que ninguna encuesta vio venir.

El arraigo santandereano

Rodolfo Hernández Suárez nació en Piedecuesta, Santander, el 26 de marzo de 1945, del hogar conformado por Luis Jesús Hernández y Cecilia Suárez, en el que tuvieron cuatro hijos, siendo el actual candidato presidencial el mayor. Casado con Socorro Oliveros es padre de tres hombres y una mujer, esta última hija adoptiva que fue secuestrada por el Eln en 2004 y de la que nunca más se volvió a saber.

Forjado en una familia tradicional y trabajadora, su padre era un sastre y su madre tenía un trapiche. A los 20 años se fue a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Nacional, en Bogotá. Al graduarse regresó a su tierra e hizo sus primeros pinos como profesional en la Secretaría de Obras Públicas en la Gobernación de Santander y luego se desempeñó por un año como director del Fondo Nacional de Caminos Vecinales en ese departamento hasta que lo sacaron por controvertir las decisiones del gobernador que llegó posterior a su designación.

Entonces dio el salto al mundo privado y con otros dos socios fundó en la década de los 70 la firma HG Constructora, con la que se hizo millonario bajo un modelo de negocio en el que además de construir la vivienda les presta plata a los clientes para que las compren.

“Trabaja con el pobre y te harás rico”. La frase, según contó el mismo Hernández en entrevista al Periódico 15 de Bucaramanga, en abril de 2020, se la repetía la mamá “y yo creo que eso es cierto porque en servirle a la gente más humilde, como son muchos, si usted les hace productos de alta calidad, los vende y en cada venta les gana de a poquito”.

Ese espíritu altruista de servicio con las clases menos favorecidas para muchos se ajusta más al perfil de un empresario que se concentró en amasar fortuna, calculada hoy en $40.000 millones, y en afianzar relaciones con la clase política de Santander durante años para hacer crecer su negocio inmobiliario.

“Vendiendo viviendas aprendió a relacionarse con la clase política, a hacer negocios con ellos y cuando no le han copiado se va hasta las últimas consecuencias para desprestigiarlos”, relata una fuente en Bucaramanga conocedora de la historia del candidato por la Liga Anticorrupción que pidió reserva de su nombre.

Él mismo admitió hace poco en una entrevista en Blu Radio que esas relaciones le han servido para conocer cómo opera el entramado de la corrupción: “Soy ingeniero hace 52 años, sé cómo se roban la plata con los contratos”. Por eso dice que sabe cómo combatirlos.

Los colombianos votaron desde las 8:00 am, hora local en unas 102.000 mesas de votación instaladas en 12.000 centros electorales en todo el país para esperar que 39 millones de personas acudieran a elegir un nuevo presidente. Los candidatos votaron durante la mañana del domingo, en distintas ciudades. El izquierdista Gustavo Petro, del Pacto Histórico, lo hizo en Bogotá asegurando que la nación enfrentaba dos escenarios: el cambio o la continuidad. Su rival más fuerte, Federico Gutiérrez, votó en Medellín, donde fue alcalde, llamando a sus connacionales a dejar atrás los discursos de odios y luchas de clase. Lo propio hicieron los otros dos abanderados: Rodolfo Hernández en Bucaramanga, y Sergio Fajardo en la capital antioqueña.