Más calor, más impacto de huracanes

Thais López Vogel

"¿Soy sólo yo, o hace más calor hoy?" Es lo que preguntan muchos residentes del sur de Florida. No es solamente tu imaginación; de hecho hace más calor.

Según la Agencia de Protección Ambiental, la actividad humana ha aumentado la contaminación por dióxido de carbono en la atmósfera en un 40%. Esto, junto con otras emisiones de gases de efecto invernadero, ha calentado el globo alrededor de un grado (F) en los últimos 50 años. Florida ha experimentado más de un grado (F) de calentamiento.

Eso puede sonar como un pequeño aumento, pero considera cuánto te afecta a ti o a tus hijos un grado adicional cuando tienen fiebre. ¿Cuáles son las consecuencias del calor adicional en el medio ambiente?

Para empezar, un aumento en la temperatura global conduce a temperaturas más elevadas en la superficie del mar. Los mares más cálidos son una causa directa de huracanes más fuertes, más largos y que se intensifican rápidamente.

Las temperaturas de la superficie del mar de 82 grados (F) producen huracanes de intensidad de categoría 2. En los meses más calientes, cuando las temperaturas de la superficie del mar rondan los 85 grados, vemos una mayor incidencia de huracanes de categoría 4 y 5.

El agua se evapora de la superficie del océano y, dado que una atmósfera más cálida puede contener más humedad, estos huracanes arrojan desde pulgadas hasta pies de lluvia a lo largo de la costa y tierra adentro en un corto período de tiempo. Los barrios están inundados.

Los datos muestran que un grado (F) de calentamiento equivale a un aumento de 20 mph en la velocidad del viento de un huracán. Por ejemplo, el huracán Dorian (2019) fue una tormenta de categoría 5 que registró vientos sostenidos de 185 mph durante 1 minuto. El huracán Irma (2017) registró vientos sostenidos de 180 mph durante 1 minuto. Ambas tormentas batieron récords y su limpieza costó miles de millones. Ambos habrían registrado velocidades del viento significativamente más bajas en un mundo sin calentamiento global.

Por lo tanto, podemos agradecer nuestra dependencia de los gases de efecto invernadero y los combustibles fósiles por este y otros costos futuros de daños.

¿Podemos hacer algo? Sí

Cambiar los hábitos de consumo para apoyar las energías renovables. Exigir el liderazgo climático de nuestros representantes en todos los niveles de gobierno.

Usemos también nuestro voto para apoyar a aquellos que se toman en serio el abordar los problemas climáticos. Las soluciones existen, pero el tiempo apremia y la acción es urgente.

Aquí puedes aprender más sobre el costo de los huracanes.

Este artículo ha sido facilitado por la Fundación VoLo, una organización sin ánimo de lucro cuya misión es acelerar el cambio y el impacto global apoyando soluciones climáticas basadas en la ciencia, potenciando la educación y mejorando la salud.